Guillermo Miró. Ingeniero Industrial.
De un tiempo a esta parte, en ciertos deportistas y en algunos conocidos míos han aparecido vendas de colores puestas sobre la piel, al estilo de tiritas gigantes. Observando, descubrí que esas vendas formaban parte de la nueva “tendencia” en la recuperación muscular: el Kinesiotaping. Leyendo un poco más, observé algunos de los elementos habituales en los temas que tratamos en esta sub-sección, así que se merece un “suena raro”. ¿Funcionan realmente las vendas de colores, aplicadas en una técnica conocida como Kinesiotaping?
Las vendas son el elemento principal de esta técnica. Estas vendas están formadas por una estructura elástica de hilos de algodón trenzados que incorpora una capa de pegamento que le confiere adhesividad. Según sus defensores, no solo alivia y trata las lesiones cuando existen, sino que también mejora el rendimiento en los deportistas, ya que corrige el alineamiento de los músculos débiles, facilita el movimiento articular, e incluso levanta la piel mediante la tracción, aumentando el espacio bajo ella y aumentando el flujo de sangre y la circulación de fluidos linfáticos, lo que provoca una disminución de la presión sobre los nociceptores corporales, que detectan el dolor, y estimulan los mecanorreceptores. Incluso el color es importante: la gran variedad de colores en que se presenta no obedece a motivos estéticos, sino que aplican las cualidades de la cromoterapia o colorterapia, que emplea los distintos colores para equilibrar la “energía” en las partes del cuerpo donde se ha perdido. Todo esto provoca “el proceso natural de autosanación del organismo”. Por supuesto, es aplicable en todo tipo de pacientes, desde aquellos con lesiones deportivas, hasta los que sufren los más cotidianos dolores de espalda, tendinitis, dolores articulares, drenajes, tratamiento de cicatrices, etc. Sin embargo, los usuarios precursores de esta técnica son los deportistas famosos. Cada vez son más los deportistas que aparecen en grandes eventos luciendo estos vendajes, y en una gran variedad de deportes: atletismo, tenis, fútbol…
Como siempre, se pueden observar ciertos parámetros que hacen sospechar. Vocabulario elevado, fenómenos difíciles de explicar por la ciencia (la separación de las diferentes capas de la piel no es tan sencillo, ya que a nivel clínico solo se realiza mediante microondas o ataque químico) y la aplicación de “pseudociencias” como la colorterapia. Y la alarma salta cuando se aplica el método científico: una revisión sistemática en la bibliografía científica muestra que la eficacia del vendaje neuromuscular en el alivio del dolor es insignificante dado que ningún estudio ha encontrado resultados clínicamente importantes. Sin embargo, esto no ha impedido que se cree un negocio multimillonario, con ventas de productos exclusivos, libros donde explican la técnica y cursos organizados por distintas asociaciones para certificar que alguien es un experto en poner “tiras de colores”.
La ciencia nunca niega, plantea duda para que el conocimiento adquirido sea de calidad, y ofrece algunas metodologías para intentar confirmar mediante ensayos que las hipótesis planteadas son acertadas. Como siempre, comentarios abiertos para dudas, opiniones… así estas columnas son mucho más ricas y completas. Hasta la semana que viene.
