Multitud de estudiantes han tenido que emigrar para tener unas buenas condiciones laborares, algunos sueñan con regresar algún día
Deogràcies Pagà/Castellón Información
La inversión en ciencia es mínima. Las condiciones laborales, por ejemplo, para los médicos y enfermeros de Madrid son precarias. En este escenario es lógico que muchos jóvenes se aventuren a buscar trabajo fuera. Algunos de ellos se encuentran en el centro de Europa. Ahí está Marcos Vidal, que lleva la cultura castellonense desde Almassora hasta los Países Bajos. Este estudiante, como muchos otros, se ha visto obligado a labrarse un futuro fuera de España, debido a la exigua financiación en su campo de trabajo, la biotecnología.
Vidal comienza su historia, cuenta, contrariado, que “a raíz de la crisis de 2008, en bachillerato ya sospechaba que no había mucho trabajo en el campo de la biotecnología. Pero con la recuperación económica de 2015, tenía la esperanza de que se fuera a invertir más en ciencia de lo que se ha hecho”. Sin embargo, “es un campo que está en auge a día de hoy. La inversión es algo obligado y necesario para hacer frente a la covid-19”.
“Las becas son muy importantes, me han facilitado estar donde ahora estoy, en un master internacional. Además del bagaje que he adquirido en comparación con el de mis compañeros”, aconseja Vidal. Continúa esclareciendo que su primera beca fue por tener el mejor expediente de su generación. “A partir de aquí me interesé por estas ayudas. Por ejemplo, trabajé un verano en el Centro de Investigación Príncipe Felipe, gracias a otra beca”, completa.
Vidal argumenta: “Está muy bien valorado irse fuera de España en el curriculum”. Añade: “Es una buena opción para montar tu propio grupo de investigación en un futuro”. Además “los sueldos son más altos fuera”. “Montar un grupo de investigación es mi idea, después de hacer un doctorado. Dando por hecho que de aquí 10 años la situación económica será mejor que ahora”, programa el investigador con cierta incertidumbre. “Aunque últimamente estoy pensando en meterme en una empresa farmacéutica. Se puede tener más de un objetivo”, expone Vidal. Acto seguido, concreta que “me voy a especializar en inmunoterapia. Si hay suficiente inversión en ciencia me gustaría montar un laboratorio para trabajar en esa investigación”.
“Hubiese sido mejor quedarme en España, pero es imposible porque no hay inversión en ciencia. Hay buenos centros aquí pero son pocos”, critica Marcos, para luego resumir: “Quiero volver a España porque se puede hacer buena ciencia”. El investigador aúna su opinión junto a la de sus colegas, jóvenes en la misma situación que él. “Todos los españoles que conozco aquí están en la misma situación que yo. Tenemos las mismas motivaciones”, concluye.
