"Frente a lo que dice del PP, no hubo tres contratos para un servicio, las de Eurocop funcionaron, las de Ingeniería, no"
Las cámaras contratadas con Eurocop el 23 de diciembre de 2016 estaban instaladas y funcionaban el día que las BAF asaltaron la azotea del Ayuntamiento (30 de septiembre de 2017), pero las antiguas de Ingeniería no. Cuando se comprobó que ‘las antiguas’ no habían funcionado, se amplió la instalación de nuevos dispositivos de seguridad. Esos fueron los 'contratos menores’ que, según el PP habrían triplicado el gasto.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El 30 de septiembre de 2017 se celebraba una concentración en la plaza Mayor de Castelló. Era la víspera del 1 de octubre, el día en el que se había convocado el referéndum para la independencia de Cataluña. En Castelló, como en otras capitales españolas, se había llamado a los ciudadanos a manifestarse a favor de la unidad de España y en contra de aquella consulta que carecía de respaldo legal.
Cientos de personas con banderas de España se manifestaban en Castelló en una concentración autorizada… Pero de forma sorpresiva, un grupo de personas apareció en la azotea del edificio consistorial, desplegó una pancarta de apoyo al referéndum y tiró sobre las manifestantes papeletas de la votación del referendum. Las BAF se atribuyeron los hechos.
El revuelo fue inmediato, los ciudadanos que se concentraban estallaban en indignación y se produjeron algunos disturbios en la calle. Desde la Policía Local y Seguridad se puso inmediatamente la investigación en manos de la Policía Nacional. Cuando los agentes de seguridad llegaron a la azotea, allí no había nadie. Descolgaron la pancarta y se acabó. Se acabó porque nunca se supo quienes fueron los que realizaron esta intrusión.
Policía Local y Nacional recorrieron el edificio ese mismo sábado. Se comprobó entonces, que había cámaras en todos los rellanos del inmueble, supuestamente conectadas a un circuito de seguridad… pero no se podían visionar las imágenes porque el circuito de las cámaras de ‘indigovisión' dependían directamente del departamento de Ingeniería. La Policía Local no tenía acceso ni a lo que grababan ni a su archivo.
Dos días después, los agentes de la Policía Nacional y de la Local, solicitaron las imágenes a Ingeniería. La sorpresa fue mayúscula. Las cámaras no habían grabado nada… de hecho, llevaban días sin funcionar… no estaban conectadas.
Este relato de los hechos es importante en la investigación de la contratación de la Sala de Seguridad de la Policía Local de Castelló, conocida oficialmente como el Cimse, que realizan los grupos municipales, ante la sospecha de que se hubieran podido producir irregularidades.
Y aquí llegan las dos versiones de la historia:
El Grupo Municipal Popular, explicaba en rueda de prensa, que tenían indicios de que, cuanto menos, los números y los planteamientos de la Sala de Seguridad que se investigan no cuadraban.
Las acusaciones del PP sobre las cámaras de seguridad: ¿Se pagó tres veces por el mismo servicio?
El argumento expuesto por los concejales del PP partía de la base de que, el Ayuntamiento había adjudicado a Eurocop el ‘lote 4’ de la Sala de Seguridad el 23 de diciembre de 2016. Ese lote comprendía la contratación, instalación y puesta en servicio de 21 cámaras de seguridad, conectadas directamente con la sala de emergencias de la Policía Local, y desde la cual se pudiera visualizar cuanto ocurría en directo.
En abril de 2017, añadían los concejales del PP, según el expediente, el ayuntamiento da el visto bueno a la recepción de aquellos dispositivos.
Por lo tanto, y aquí surgían las preguntas de los concejales del PP, si en abril ya se habían recibido e instalado aquellas cámaras… ¿Por qué no funcionaron el 30 de septiembre de 2017 cuando se produjo el asalto a la azotea? Es más, apuntaban también, si las 21 cámaras fueron contratadas y recibidas en abril de 2017 ¿por qué se suscriben dos contratos menores entre septiembre y diciembre para la instalación de cámaras de seguridad? Según el PP, esto demostraría que se pagó tres veces por el mismo servicio.
Las cámaras de Indigovisión no eran las de Eurocop
La relación de los hechos, sin duda alguna, despertaba más de una pregunta y, sobre todo, desataba las sospechas de una mano negra…
Sin embargo, sobre esta historia también hay un segundo relato, tan impactante, por lo menos, como el anterior.
Según ha podido saber Castellón Información de fuentes cercanas a la Policía Local, y también consta en el expediente que se investiga, en 2016 el ayuntamiento contaba con varias redes de cámaras de seguridad y solo alguna de ellas estaban conectada con la oficina de emergencias del Tetuán 14 (concretamente las del perímetro de la Policía Local). Y, desde luego, entre ellas no figuraban las cámaras de indigovisión situadas en el interior del edificio del Ayuntamiento de Castellón.
Estas cámaras, con muchos años de antigüedad, estaban conectadas a un circuito cerrado que dependía del departamento municipal de Ingeniería. Por lo tanto, la Policía Local no tenía acceso a las imágenes. Solo las tenía Ingeniería.
Según las mismas fuentes cuando, con cargo a los presupuestos financieramente sostenibles, el ayuntamiento sacó a concurso la Sala de Emergencias (El Cisme), con la pretensión de centralizar todos los servicios de seguridad que funcionaban de forma independiente y en un estado bastante lamentable, se planificó una instalación de cámaras de seguridad que complementaran a las ya existentes. Concretamente, en una primera fase entrarían en concurso 21 cámaras para zonas exteriores e interiores de edificios municipales que ya contaran con fibra óptica. En el caso del edificio antiguo de la plaza Mayor, las cámaras habrían de vigilar el acceso desde el parking, los exteriores del inmueble y zonas como la de la alcaldía, donde no había dispositivo alguno.
El fin último era el de poder realizar una conexión integral de todos los dispositivos a la sala de emergencias, pero como ya había un circuito cerrado que dependía de Ingeniería, el nuevo planteamiento, por los ajustes de presupuestos, pasó por respetar aquellos dispositivos e instalar otros complementarios.
Tras el asalto de la azotea, los agentes de seguridad solicitaron las imágenes a Ingeniería y se percataron que allí no había funcionado nada. No había imágenes de las escaleras, ni de los rellanos… estaban desconectadas. En la azotea no había cámaras.
No es que Eurocop no hubiera puesto en servicio las 21 cámaras contratadas, que según las fuentes consultadas si lo estaban, es que las antiguas, que controlaban aquellas zonas de paso no funcionaron… porque no estaban conectadas.
Que las cámaras de Eurocop funcionaban, señalaban las mismas fuentes, quedó demostrado cuando días después se realizaron las pintadas a la fuente de la Plaza Mayor. Las únicas imágenes que hubo de aquella agresión fueron las de una de las cámaras instaladas por Eurocop. Ahora bien, aunque el Grupo Popular pidió las imágenes, estas no les fueron entregadas a los políticos por una razón de legalidad. Según las mismas fuentes, solo en el caso de la comisión de un delito penal se puede hacer uso de las imágenes grabadas en vía pública, y eso, a requerimiento de un juez. Por la protección de datos, las imágenes se pueden visualizar en directo, se guardan durante un tiempo y si no hay requerimiento judicial se destruyen al cabo de un periodo determinado.
El asalto a la fuente no se consideró delito penal, por lo tanto, no se podían facilitar las imágenes a los grupos políticos.
En la misma línea, relataban las mismas fuentes, tras el asalto a la azotea quedó patente que el ayuntamiento carecía de un sistema de seguridad que protegiera a las personas y los bienes. Por esta razón se aprobaron medidas extraordinarias, como fue el caso de reorientar las cámaras compradas a Eurocop, instalar una valla metálica en el perímetro de la azotea a donde se podía acceder fácilmente, se instaló una alarma perimetral en todo el edificio, una cámara en la azotea y nuevas cámaras en los rellanos.
Los dos contratos menores que se suscribieron posteriormente se destinaron a completar la red de seguridad de las cámaras y la revisión de todos los dispositivos. En la actualidad, el Ayuntamiento de Castellón cuenta con 80 cámaras de seguridad.
En resumen, y según estas fuentes, ni se contrató tres veces el mismo servicio, ni hubo irregularidades con las cámaras de Eurocop, ni hubo fallos en las cámaras de Eurocop, porque las que no funcionaron fueron las cámaras antiguas de ‘indigovisión’ que no dependían de la Policía Local, sino del departamento de Ingeniería.