Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
El señor Wert, ministro de Educación, ha obtenido según revela el último barómetro del CIS una valoración por parte de los españoles de apenas un 1, 58. Es decir, lejos de progresar adecuadamente, el ministro Wert ha obtenido lo que en sus tiempos era un “Muy Deficiente”, por debajo del “Insuficiente”. Y la tendencia es cada vez ir a peor, pues en el anterior barómetro sacó un 1,76.
Todo esto tiene su mérito si tenemos en cuenta que es casi imposible que un ministro o un político saque menos de un dos en la valoración ciudadana, y que incluso Mato, Báñez y Montoro superan esa nota. Claro, que la verdadera dimensión del asunto nos la da el hecho de que el ministro mejor valorado del Gobierno sea Arias Cañete, el que recomendaba tomar yogures caducados o recetaba duchas de agua fría para ahorrar energía. Esto indica que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos lo más mínimo, que actualmente padecemos al peor Gobierno de la Democracia, tenemos probablemente al frente del Ministerio de Educación al peor ministro de la Historia. Así de claro.
En definitiva, lo de Wert tiene su mérito. Y es que ha logrado lo imposible; por un lado que toda la Comunidad Educativa, padres, profesores y alumnos, secunden una huelga en su contra. Y por otro, que incluso en el PP, un partido que ha asistido impasible el ademán al escándalo de Bárcenas y los sobres, se hayan alzado voces, aunque probablemente haya sido sólo de cara a la galería, criticando al ministro de Educación del gobierno del señor Rajoy.
Muy deficiente en suma. Y con tendencia a empeorar. Y es que al aumento de ratios, despido de profesores interinos, descenso y endurecimiento brutal de becas, de ayudas al comedor y de libros, se sumará en breve la nefasta y reaccionaria LOMCE. Es por ello por lo que es imprescindible que toda la Comunidad Educativa no se deje vencer por la prepotencia, llena de sarcasmo arrogante, de un Ministro que no es más que el alter ego en Educación del peor presidente del Gobierno de la Democracia. Y es que no olvidemos que Rajoy nombró a Wert. Y es responsable de sus actos. Por mucho que él piense que no, que las teles de plasma bastan.