Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.
Los valencianos, tenemos fama y solemos ser, lo que aquí se conoce como ‘Meninfots’ pero no somos tontos, aunque a veces queramos parecerlo.
Durante las últimas semanas, he ido recabando toda la información que he podido, de todos los medios de difusión a mi alcance y en ninguno de los parámetros que he podido ver, en los que salían estados comparativos del número de infectados, hospitalizados, internados en las salas UCI o fallecidos, en términos de porcentajes respecto al número de habitantes, la Comunidad Valenciana figuraba entre las mejor posicionadas y cuando la tabla quedaba limitada a solo los diez casos con mejores parámetros, ni siquiera aparecía.
Pero en el Telediario de la primera hora de la tarde de Antena 3 del martes día 9 de Febrero, se hacía un análisis de la situación de las Residencias de la Tercera Edad en las Comunidades Autónomas y recuerdo perfectamente que había como cuatro de ellas en las que ya se había vacunado y atendido al 100 % de los residentes en las dos dosis e iban bajando en porcentajes hasta llegar a la décima con un 44 % del total y entre todas ella no aparecía para nada nuestra Comunidad.
En cuanto a sanitarios, también había varias con el 100 % vacunado y otras con altos porcentajes, pero Valencia no aparecía ni entre las últimas del listado que era relativamente largo y extenso.
Sé de buena tinta que si se ha vacunado en la primera dosis a bastantes conocidos míos e incluso con la segunda dosis, pese a que se atrasaron mucho en las entregas de las vacunas los laboratorios que las suministraban.
Quiero pensar que los problemas en la entrega o recepción de las dosis de vacunas, deberían de ser idénticos para toda España, sin embargo el ritmo de vacunas como acabo de decir es muy diferente.
¿Por falta de una logística adecuada o distinta en cada lugar?
¿Por escatimar o querer comprar más barato o pagar a mayor plazo en cada sitio?
¿Por no querer poner las primeras dosis, hasta no tener el suficiente stock de las segundas en la mano al poner las primeras, para no desperdiciarlas?
¿Por canalizar las compras a determinados proveedores por tener intereses personales inconfesables?
Todas esas posibilidades me he planteado yo, conociendo el percal y sin querer ser excesivamente mal pensado, pero lo cierto, es que “por fas o por nefas” aquí estamos en las peores situaciones de toda España y con los peores resultados, como se puede comprobar haciendo un análisis comparativo con el resto de las Comunidades Autónomas españolas.
Tenemos los peores resultados sanitarios y el mayor grado de privaciones de libertades para todos nosotros y nuestro nefasto Presidente Ximo Puig, tiene la cara dura de salir el pasado fin de semana, que no va a cambiar en absoluto su nivel de privaciones de libertad ni aflojara en sus exigencias.
Quizás le haga cambiar de opinión, la reciente Sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, declarando ilegal una medida similar allí y supongo que creando Jurisprudencia para el resto de España si no me equivoco.
No sé, si nuestro Presidente sabe que la industria y el comercio de la Hostelería, tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de España, representa bastante más del 12 % de la actividad económica y por lo tanto es vital para el funcionamiento normal del total de la economía.
Su cierre cuando se ha llevado a cabo, no ha minimizado sensiblemente ni los contagios, ni los ingresos hospitalarios o en las UCI, ni mucho menos en las defunciones.
El efecto secundario, han sido los botellones ya sea en público o en locales privados, de los que se han localizado y sancionado a un mínimo insignificante, porque esa avalancha no hay fuerzas de seguridad suficientes para poder controlarlas.
Hay que tener más sentido común y sobre todo hay que saber utilizarlo, para no matar pulgas a cañonazos.
Ximo Puig, como Pedro y Pablo prefieren hacerse visibles con decisiones fáciles y siempre justificables sin analizar los efectos secundarios de las mismas.
Por eso quizás pudieran ser útiles como Delegados de las escaleras de los edificios en los que viven privadamente, pero los tres son nefastos como gobernantes o Presidentes y Vicepresidentes de un Gobierno.
Son tres figurones, que donde mejor encajan y más nos divertirían a todos es en Las fallas como muñecos, para poder quemarlos la Noche de San José.
A ver si hay suerte y podemos quemarles políticamente este año y no pueden amargarnos las Fallas del 2022.
Las de este año ya las doy por amortizadas.
Hasta la semana que viene amigos.