Antonia García Valls. Portavoz del PSPV en el ayuntamiento de la Vall d'Uixó.
Última semana de agosto y ya preparando el curso, el curso del instituto y el curso político. Aunque este verano el curso político no se ha interrumpido, porque las noticias han sido verdaderamente importantes y no podíamos, ni debíamos desconectar, porque inmediatamente te la intentan colar por cualquier ángulo.
Desgraciadamente, las noticias, las malas noticias continúan. Y no sólo a nivel nacional. A nivel autonómico es absolutamente deprimente. Con un President Fabra absolutamente incapaz de dar respuesta a la situación. Con imputaciones en responsables de la gestión pública valenciana, día sí y día también. Con una situación internacional absolutamente caótica, con millones de personas pasándolo mal, por radicalismos políticos.
Con una ciudadanía, absolutamente preocupada por su situación y por la situación del país. Con unos gobernantes, que para tapar sus “indecencias políticas”, han decidido centrar la atención en Gibraltar. Ya lo hicieron con Perejil, no sé si recordarán…
Pero la realidad, en ocasiones, es tozuda, muy tozuda. Y la gente, las familias lo están pasando verdaderamente mal para despistarse con Gibraltar. Desde el gobierno, aparte de Gibraltar, nada de nada. Ninguna decisión importante del Sr. Rajoy para dar algún tipo de esperanza o de solución a la situación, vuelvo a repetir, dramática, de demasiadas familias.
Excepto el paseo “espontáneo”, con convocatoria de prensa incluida y sin posibilidad de preguntas, nada de nada. Ya le conocemos, del plasma al paseo, pero siempre sin preguntas. Pero lo peor no es que no hayan preguntas, lo peor es que no hay respuestas.
Es una falta de respeto a los periodistas allí desplazados, con el consiguiente coste que ello supone, cuando se podría mandar una foto y una nota de prensa a los ordenadores. Eficacia y eficiencia.
Una falta de respeto a la ciudadanía, que todavía está esperando una explicación sobre los sobresueldos, sobre Bárcenas, sobre la “presunta” financiación ilegal, desde hace 20 años del PP, sobre los sobrecostes en las obras públicas, en que “presuntamente” se traducía esa financiación… Tantas y tantas explicaciones robadas a la ciudadanía, robadas a la decencia democrática de un país. Esto es el Sr. Rajoy.
Si el verano ha sido y está siendo calentito, el mes de septiembre no lo será menos. No podemos permitirnos un Presidente del Gobierno ni un partido político con responsabilidad de gobierno, con todo lo que ello implica, más preocupado de lo que dice o no dice Bárcenas cada semana, que de lo realmente importante para la ciudadanía. No podemos soportar tanta duda acechando sobre aquellos que gestionan (o deberían hacerlo) nuestro presente y nuestro futuro. Porque nos jugamos mucho, demasiado.
Y lo más importante sería, de una vez, que la decencia política y la ética política fueran la guía de aquell@s que ostentan un cargo público. Y si no ha sido así en algún momento, que se vayan, y comenzaremos de cero, porque será la única forma de tener la posibilidad de ganar el futuro frente a la adversidad que tenemos en este momento sobre la mayoría de la gente de bien de nuestro país.