Los dos sectores son pilares relevantes en la economía de la provincia de Castellón por su importante contribución al PIB y porque entre ambos generan 40.000 empleos directos
Ramón Pardo/Castellón Información
Cuarenta mil trabajadores de la industria cerámica y de la hostelería de la provincia de Castellón están pendientes del resultado de las negociaciones de sus convenios colectivos. En ambos casos, las primeras reuniones de las respectivas mesas de negociación se han cerrado sin acuerdo y con posturas distantes entre patronal y sindicatos, pese a lo cual se han citado de nuevo para mayo. De ahí que, una vez superada la fecha reivindicativa del Primero de Mayo, unos y otros volverán a intentar desbloquear ambos acuerdos.
La hostelería emplea a 25.000 trabajadores en la provincia y es uno de los sectores más afectados por la pandemia, que ha propiciado duras medidas preventivas, con restricciones de horario de apertura y aforos. Algo que ha obligado a muchos empresarios a cerrar. Por ello, sindicatos y patronal, Ashotur es la que negocia el convenio, confían en que este sirva para estabilizar el sector. Y es que la hostelería castellonense es la única de las tres provincias de la Comunitat Valenciana que está sin acuerdo marco.
Tras una década sin convenio, la vuelta a la mesa de negociación es un buen síntoma, como apuntan ambas partes que, sin embargo, mantienen posturas distantes y avanzan que la negociación llevará tiempo. En la primera toma de contacto de esta semana, apenas se abordaron cuestiones técnicas y se dejaron para el 3 de mayo asuntos como salarios o duración del convenio. Unas negociaciones marcadas por la pandemia, que ya obligó en 2020 a suspender las negociaciones iniciadas a finales de 2019 para desbloquear el acuerdo marco.
Veinticuatro horas después de que los agentes sociales de la hostelería retomen la negociación lo harán la patronal del sector cerámico, Ascer, y los representantes de los trabajadores. En este caso, será la cuarta reunión tras la puesta en marcha de la mesa de negociación. Sin embargo, en la última celebrada esta semana hubo desencuentro y enrocamiento de posturas de ambas partes. Una, la patronal, pidiendo moderación y que no se olvide la situación económica derivada de la pandemia y otra, la sindical, defendiendo la necesidad de revisar los todos los conceptos retributivos y la reducción de la jornada laboral. Y mientras, 15.000 trabajadores están pendientes de lo que se acuerde en esta Mesa Negociadora.
Pese a que aún no hay avances en ninguno de los dos convenios que afectan a actividades que tienen un gran peso en la economía provincial, las partes tienen voluntad de dialogar para llegar a puntos de acuerdo.
