Fue el primero de los aparcamientos de la nueva era para dar respuesta a la demanda de aparcamientos en Castelló
La concesión municipal del aparcamiento subterráneo de la avenida Valencia en la plaza Botánico Calduch, en Castellón, sale a subasta pública ante la imposibilidad de la empresa propietaria de hacer frente a las deudas contraídas para su mantenimiento. La Junta de Gobierno Local ha autorizado a la empresa Kelona Invest a participar en calidad de postor en la ejecución hipotecaria.
EM/ Castellón Información
A principios de la década de los 90 del pasado siglo, Castellón se enfrentaba a un problema de escasez de aparcamientos públicos. El parque móvil de la ciudad se había multiplicado. Cada vez había más coches pero menos posibilidades de estacionar en la vía pública. Muchos de los edificios del casco histórico y las zonas del ensanche carecían de garajes. Comenzaba a planificarse un Castelló que diera más espacio a las personas pero ¿cómo hacerlo si apenas había lugares de estacionamiento para los vehículos privados?
Gobernaba la ciudad el alcalde Daniel Gozalbo. El urbanismo de Castelló cobraba un especial protagonismo con la mirada puesta en los años venideros, y aquella exposición: “Imagina’t Castelló”, y ‘Castelló centre de futur’ ya apostaba por áreas peatonalizadas en el centro de la capital de la Plana, por desarrollar transportes urbanos más competitivos e, por la creación de aparcamientos disuasorios en el extrarradio, e incluso, por crear una vía reservada para poder cruzar Castelló de oeste a este, que discurría bajo el subsuelo de la ciudad.
Fue entonces cuando se propuso la posibilidad de utilizar el subsuelo público de la ciudad para la construcción de aparcamientos en régimen de concesión para residentes o para estacionamientos en rotación.
Sin embargo, la iniciativa de Gozalbo solo consiguió sacar adelante uno de los proyectos. El pleno del ayuntamiento aprobó el 26 de febrero de 1991 adjudicar a la empresa Cleop SA las obras del proyecto de construcción y concesión de un aparcamiento de automóviles en el subsuelo de la Avda. de Valencia junto a la plaza Botánico Calduch de Castellón de la Plana.
La recepción provisional de las obras se realizó el 9 de diciembre de 1992, ya con un gobierno municipal liderado por el popular José Luís Gimeno. Se trataba de una concesión de explotación a 50 años, que concluirá el 4 de enero de 2043.
Ya con el gobierno del PP salieron adelante otros muchos aparcamientos de la misma índole. Proyectos sufragados y ejecutados por empresas privadas a cambio de la explotación temporal de las infraestructuras. Aparcamientos que, en unos casos, se utilizaban para el aparcamiento en rotación; y en otros, para el uso de vecinos y residentes a los que se transmitía el ‘derecho a uso’ del aparcamiento por el tiempo que durara la concesión.
Si el subsuelo de Castelló ya había sido, algo así como un queso de gruyere por los refugios subterráneos, ahora lo era porque los aparcamientos florecieron como setas en el subsuelo de los principales viales y plazas de la ciudad.
Pero el parking de Cleop nunca acabó de presentar los mejores resultados. Concebido como un aparcamiento disuasorio, en la avenida Valencia, había de solicitar préstamos hipotecarios para poder mantener la actividad. En estos momentos, esa ejecución hipotecaria pasa por sacar la concesión administrativa para su explotación a subasta pública.
Así las cosas, la empresa Kelona Invest SL solicitaba autorización municipal para poder explotar esta infraestructura con la concesión administrativa municipal en calidad de postor y eventual adjudicatario en la subasta convocada dentro del procedimiento de ejecución hipotecaria.
