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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 23:18

La mezquindad de Pedro Sánchez

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Por Vicente Pallarés. Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial

Un periodista me pidió hace unos días que definiese con una solo palabra al presidente del Gobierno de España, a Pedro Sánchez… Y descubrí lo complicado que es resumir  en solo un adjetivo toda la mezquindad de este hombre cuya egolatría no conoce límites y que es capaz de traicionar –y vender- a todo un país –el suyo y el nuestro- con tal de mantenerse bien aferrado al sillón presidencial y al lujo del Falcon. Mezquino, ególatra, traidor… Ahí van tres calificativos que definen su personalidad, al menos la política.

Los indultos a los políticos catalanes que fueron condenados por poner en jaque a la soberanía y la dignidad de todo el país es una acción inadmisible bajo cualquier concepto, una acción que no tiene justificación alguna. Es, más bien, un insulto al resto de españoles que, día a día, trabajamos por la unidad del país y la solidaridad entre los territorios. Y un bofetón con la mano abierta a todos esos catalanes, que son mayoría, que defienden que Cataluña es una parte indivisible de España y que, frente a la amenaza de los intolerantes, han hecho bandera de su españolidad.

El bagaje de Sánchez es de una pobreza política absoluta y se limita a un montón de promesas electorales incumplidas y un puñado de discursos llenos de palabras huecas que incide en la división de España mediante la creación de bandos irreconciliables para resucitar los fantasmas de 1936. Sánchez ha encontrado en la crispación y el cabreo permanente de los ciudadanos su mejor arma política porque, como dice refranero el sabio refranero español, “divide y vencerás”. Aunque también le viene como anillo al dedo esa frase hecha que dice que “a mar revuelto, ganancia de pescadores”…

El resto de ciudadanos, los que respetamos la Ley y creemos en la justicia, tenemos la obligación de plantarle cara, decirle muy fuerte que España no está en venta y que todos estamos obligados a respetar una Constitución que garantiza las obligaciones y los derechos de todos y cada uno de nosotros. Debemos hacer bandera de nuestra indignación y no podemos cruzarnos de brazos.

Sánchez es el caos, y se ha convertido, muy a su pesar, en el ejemplo más claro de que España necesita, ahora más que nunca, un gobierno fuerte, un gobierno que defienda a España y a los españoles, un gobierno que nos devuelva la ilusión y la dignidad. España necesita ahora, más que nunca, que el PP vuelva a tomar los mandos de un país malherido por las políticas socialistas de Pedro Sánchez. No podemos seguir viviendo en el precipicio de la incoherencia socialista. Vamos a trabajar todos juntos por el futuro de nuestro país, por el futuro de España.