Vicente Blay Casino Serra. Presidente provincial NNGGCS. Portavoz Adjunto PP Almassora
Llega el verano, suben las temperaturas y todo el mundo, por estos lares, miramos hacia el este buscando la playa. Así ha sido siempre, así será siempre y, claro está, los almassorins no somos diferentes. Todo lo contrario, en Almassora tenemos la gran suerte, y el gran orgullo, de contar con un incuestionable valor añadido como es el litoral. Un espacio natural que hace grande nuestro pueblo y que, no olvidemos, es el lugar de residencia de más de 2.800 almassorins que han escogido libremente vivir en él todo el año.
Por eso, cuando este verano miramos hacia la playa tenemos la suerte de ver ondear una bandera azul que habla de oportunidades y de calidad… pero también de deberes por hacer y problemas por atajar.
Y es que mientras nuestro litoral, fuente inagotable de oportunidades, merece ser envuelto en la mejor y más reluciente de las banderas, nuestro Ayuntamiento se ha ganado una bandera negra por abandonar la playa y a los almassorins que en ella viven.
Porque sí, PSOE y Ciudadanos no pueden usar esa bandera azul para tapar las vergüenzas de una playa que lleva demasiado tiempo esperando y topándose con el silencio por respuesta cuando llama al despacho de la alcaldesa.
Demasiado tiempo esperando a que la pantalla verde sea una realidad que esconda y minimice el impacto del polígono el Serrallo y, por ende, mejore el bienestar y la calidad de vida de los almassorins que viven en la playa. Unos almassorins, además, que por culpa del PSOE valenciano llevan meses viendo como la espada de damocles, convertida en PAT, pende sobre buena parte de ellos amenazando incluso la legalidad de sus viviendas.
Pero es que parece que el PSOE está empeñado en echar un pulso a la paciencia de los almassorins que viven en la playa. Sino no se explica que se atreva a anunciar que este verano sí que abrirá el consultorio médico que ellos mismos cerraron… y estemos a 6 de julio y esa necesaria calidad asistencial de proximidad ni esté ni, lo más preocupante, se la espere.
Un incomprensible pulso que, por ejemplo, ha hecho que la alcaldesa socialista tarde casi año y medio en reconocer que el PSOE, una vez más, abandonará a nuestra playa no declarándola zona catastrófica por las inundaciones de marzo de 2020.
Y no, la lista de debes del PSOE con la playa no acaba aquí: la necesaria lucha contra la regresión de la costa, más y mejores servicios, la limpieza viaria, el paseo… Almassora tiene una gran playa que, en la actualidad, no tiene en el Ayuntamiento a un gran aliado.
Por cierto, no puedo cerrar este artículo sin hacer un llamamiento que, por desgracia, sigue siendo más que necesario viendo como la sinrazón sigue campando a sus anchas en nuestra sociedad. Debemos extirpar de nuestra realidad el odio y la intolerancia porque a nadie, y repito, a nadie, le interesa a quien rezas, a quien besas o a quien votas.
Respeto y libertad siempre. Y sí, hablo del caso de Samuel, un joven asesinado por el mero hecho de querer. ¡Basta ya!
