BP ha presentado la 70 edición del Statistical Review of World Energy, el informe de referencia de los mercados energéticos a nivel internacional
Castellón Información
BP ha publicado la 70ª edición de su Statistical Review of World Energy, el informe de referencia con los principales datos de los mercados energéticos a nivel mundial. La información recogida en la edición de este año integra los datos energéticos de 2020, uno de los periodos más convulsos de los últimos años. Así, el informe de 2021 refleja el profundo impacto que la pandemia ha ejercido sobre los mercados energéticos y cómo el "año del Covid" puede acabar dando forma a las tendencias energéticas del futuro.
Tal y como señala el informe, durante el año pasado tanto el consumo de energía primaria como las emisiones de carbono derivadas del uso de la energía se redujeron a su ritmo más rápido desde la Segunda Guerra Mundial, mientras que las energías renovables continuaron su trayectoria de fuerte crecimiento, con un aumento anual sin precedentes de la energía eólica y solar.
Principales cifras:
· El consumo de energía primaria cayó un 4,5% en 2020, el mayor descenso anual desde 1945.
· Esta caída fue impulsada principalmente por el petróleo, que supuso casi tres cuartas partes del descenso total.
· Los precios del gas natural cayeron al mínimo registrado en varios años; pero, no obstante, el peso del gas en el mix energético siguió aumentando, alcanzando un récord del 24,7%.
· La generación eólica, solar e hidroeléctrica creció a pesar de la caída generalizada de la demanda energética global. De este modo, la capacidad eólica y solar aumentó en 238 GW en 2020, un 50% más que en cualquier otro momento de la historia.
· Por países, Estados Unidos, India y Rusia registraron los mayores descensos en el consumo de energía. China, por su parte, experimentó el mayor aumento -un 2,1%-, siendo uno de los pocos países donde la demanda de energía creció el año pasado.
· Las emisiones de CO2 derivadas del uso de la energía se redujeron en más de un 6% en 2020, el mayor descenso desde 1945.
Spencer Dale, economista jefe de bp, ha querido señalar: "para el Statistical Review -así como para muchos de nosotros- 2020 pasará a la historia como uno de años más desafiantes de nuestras vidas. Los confinamientos en todo el mundo tuvieron un enorme impacto en los mercados energéticos, particularmente en el petróleo, cuya demanda relacionada con el transporte cayó de forma aplastante ".
"Resulta alentador que 2020 también haya sido el año en que la participación de las energías renovables en la generación de energía mundial registró el aumento más rápido de su historia, un crecimiento producido en gran medida a expensas de la generación a carbón”, ha explicado Dale. “Estas tendencias son exactamente lo que el mundo necesita ver en su transición hacia las cero emisiones netas: un fuerte crecimiento de las energías renovables que desplace al carbón".
"A pesar de los retos a los que se ha enfrentado el sector energético durante los últimos 70 años, los desafíos a los que tendrá que hacer frente en los próximos 10, 20 o 30 años son sin duda más significativos. Así, para alcanzar la neutralidad climática, el nivel de ambición mostrado por los países y las empresas debe traducirse en un descenso significativo y sostenido de las emisiones y, en esta línea, todos los agentes sociales, desde las empresas hasta los gobiernos y los consumidores, desempeñan un papel esencial para conseguirlo".
Por su parte, Bernard Looney, CEO de bp, ha añadido: "el informe de este año nos proporciona los datos necesarios para comprender algunos de los acontecimientos más convulsos que han afectado a los mercados energéticos durante las últimas siete décadas".
"Considero que empresas como bp, con la ambición de alcanzar las cero emisiones netas, planes trazables y objetivos a corto, medio y largo plazo -empresas comprometidas con la sostenibilidad- desempeñan un papel muy importante de cara al cumplimiento del Acuerdo de París. El mundo necesita más empresas con bajas emisiones de carbono. Pero quizás, más que nada, necesita que las compañías energéticas existentes se descarbonicen y, al hacerlo, aprovechen su dimensión y experiencia para ayudar a lograr la reconfiguración del sistema energético que el mundo quiere y necesita ver en los próximos 30 años”.
"En este sentido, será estrictamente necesario que tanto productores como consumidores, empresas, gobiernos y sociedad trabajen unidos para lograr el cambio necesario".