Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.
Por supuesto, en el caso de los de Podemos, él no tiene nada que decir, porque por lo visto “no forman parte de su gobierno” porque son un seudo-gobierno autónomo, en el que nada tiene que ver Pedro Sánchez.
Siempre me habían explicado, que las decisiones del Gobierno, se tomaban corporativamente y consensuadas. Ahora por lo visto “cada facción del Gobierno” puede hacer “la guerra por su cuenta” y cada Ministerio rinde cuentas al responsable de su Grupo.
Los socialistas al Presidente y los de Podemos y los Comunistas a quien corresponda, que ni lo sé ni me preocupa en absoluto, porque han convertido al Consejo de Ministros en “una casa de Tócame Roque”, donde cada cual sólo piensa en improvisar sus ocurrencias, sin ocuparse casi nunca de solucionar los problemas gravísimos que nos afectan a todos los españoles.
Tenemos más Ministerios de los nunca hubo, para pagar favores y cada uno de ellos tiene una cantidad irresponsable de asesores, consejeros y atrevidos que dicen asumir responsabilidades para las que no están capacitados, por no reconocer que son auténticos ignorantes.
Si sentía vergüenza ajena de ver sentados en los Consejos de Ministros a personajes del pelaje de Ávalos, Carmen Calvo, Isabel Celaá y Marlaska (que sigue) mi sorpresa llega a la sonrisa a carcajadas, cuando veo que han nombrado a Iceta como Ministro de Cultura y Deportes.
Lo de Cultura resulta cuanto menos absurdo, ya que según he podido leer repetidas veces, nunca pudo pasar de primer curso en la Universidad, pese a sus denodados intentos.
En algunos sitios he leído que llego a Tercero de Primero (es decir que estuvo tres años sin poder aprobar Primero) y como suele norma general, se dedicó a la política catalana, donde los trepas como él siempre encuentran acomodo.
Esa debe ser idoneidad, para Cultura
Lo del Deporte aún es más difícil de digerir, porque solo le he visto bailar, pero nunca practicar ningún deporte, que no sea, en mi opinión, molestar a todos los españoles de bien, que no somos ni socialistas ni independentistas.
Ese es el botón de muestras de la idoneidad y acierto de Pedro Sánchez para componer su nuevo equipo de Gobierno, que nos tiene que sacar de la profunda crisis en la que nos metió su anterior equipo.
Por lo visto, intenta eludir sus responsabilidad cargándose a su ideólogo, el mercenario Iván Redondo y junto a él a los más significados y estrafalarios de sus ex Ministros y con eso espera redimirse de sus pecados mortales y veniales cometidos en Política.
Tengo la impresión, de que la Ejecutiva Socialista se ha cansado de las insensateces y barbaridades cometidas por el Presidente y ahora, a través de Oscar López, deciden que el aparato del partido sea quien marque la ruta a seguir, metiendo en su equipo a caras desconocidas y otras ya más familiares, con dominio de personas de reconocida capacidad de gestión en grandes municipios.
No es mal principio el de rejuvenecer y mejorar intelectualmente las capacidades de los componentes del Equipo de Gobierno.
Pero todo eso no sirve de nada, sin nuestro vanidoso, cínico y apolíneo Presidente, no deja de mirarse el ombligo y les permite a los responsables de cada área de Gobierno, llevar a cabo sus proyectos sin adoctrinamientos ni sometimientos a sus propios intereses electorales en cada momento.
En mi opinión, se ha visto venir encima las elecciones y ha empezado a rectificar y a delegar en Nadia Calviño, como Vicepresidenta Primera y Ministro de Asuntos Económicos, las responsabilidades más acuciantes de cara a la recepción de los Fondos Europeos y su gestión.
Puede haber sido una decisión suya (que lo dudo) o una imposición de la Unión Europea, muy sensata.
Lo que espero y deseo, es que sus criterios, logren convencer a Yolanda Díaz la Ministro de Trabajo y Economía Social, que presionada por sus bases puede recurrir a la lucha callejera que podría acabar con cualquier apunte de recuperación económica y desembocar en un sindicalismo extremado, para recuperar el protagonismo y visibilidad que ha perdido de una manera total con la llegada de una crisis tan atípica como de difícil solución.
Y como suelen decir algunos “junta letras” como yo, hasta ahí llego hoy.
Un saludo a todos y espero poder ofreceros algo más interesante la semana que viene amigos.
