Vicente Blay Casino Serra. Portavoz Adjunto PP Almassora. Presidente Provincial NNGG
Este artículo que vas a leer no es el que tenía pensado publicar. No. Había empezado a escribir sobre cómo Sánchez ninguneaba a la Comunitat Valenciana, Puig abandonaba a Castellón y las oportunidades se desvanecían en 'la millor terreta del món' por culpa del PSOE... pero al final lo borré todo para escribir sobre los héroes.
Sí, los héroes. Aquellas personas que con su sacrificio, saber hacer y talento mejoran la vida del resto o solucionan problemas que el resto ni osaríamos afrontar. Esos héroes no llevan capa pero sí que son super y, por desgracia, en la provincia de Castellón los hemos necesitado estos últimos días.
Más de 330 héroes que en los últimos días han luchado sin cuartel contra el fuego, un voraz e implacable enemigo, que ha amenazado Azuébar y a sus vecinos recordándonos que, sin héroes, habría batallas que no lograríamos ganar nunca.
Pero claro, es que los héroes existen y además no son anónimos ni llevan antifaz. Son sanitarios, policías, maestros, bomberos... y tantos otros que, diariamente, luchan sin ambajes por hacer de nuestro mundo un lugar mejor. En definitiva, vecinos de los que presumir como, con mucho orgullo, puedo hacer yo.
Porque mientras seguía con normal preocupación las noticias sobre el incendio de Azuébar, mientras veía como las llamas iban consumiendo hectáreas y arrasando el parque natural, no puedo negar que respiré tranquilo cuando al frente del Puesto de Mando Avanzado vi que estaba él.
Sí, mi vecino. Pablo Vila, uno de esos héroes (no tan) anónimos que, desde el mayor de los compromisos y trabajo impagable, luchando junto a centenares de salvadores para que la desolación que ya sentíamos al ver como se quemaba la Sierra de Espadán no fuera a más.
Por eso he cambiado el artículo y he decidido no hablar de política y hacerlo de algo todavía más importante. La vida, la gratitud y la suerte de que puerta con puerta convivamos con héroes que siempre estarán ahí cuando más los necesitemos.
Como Pablo y todos los que desde el sábado han trabajado sin descanso para extinguir el fuego. ¡Eterna gratitud!
