Vicente Pallarés. Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial.
Ximo Puig anuncia para el 6 de septiembre el inicio de una “desescalada prudente”. ¿Por qué el 6 de septiembre y no otro día? Pues no lo sé. Nadie sabe con certeza ni como ni por qué el comité de expertos de la Generalitat Valenciana ha ido dictando normas e imponiendo agenda a todos los valencianos desde el inicio de la pandemia. Supongo que es porque a él, a Ximo Puig. le viene bien ese día y no otro. Y claro, si hubiese elegido el 7 de septiembre, seguro que habría guasa cambiando la letra de la mítica canción de Mecano…
¿Y será de desescalada definitiva? ¿Y cómo será? Pues vaya usted a saber, querido lector. Con Ximo Puig todo es posible… o no… Lo único cierto es que la vacunación va lenta, que hasta la fecha no se ha cumplido ninguno de los objetivos marcados por el Consell y algunos de los sectores más importantes para la economía de la Comunitat Valenciana están heridos de muerte por culpa de tanto toque de queda y tanto horario restringido… Sí, sí, estoy hablando de la hostelería y del ocio nocturno. Obligan a los empresarios a bajar la persiana o a reducir drásticamente la ocupación de sus locales a cambio de prácticamente nada. Han llevado a la crisis a unos sectores de los que viven muchas familias de manera directa, y otras tantas de forma indirecta…
La verdad es que los ciudadanos, al margen de ideologías, políticas, estamos ya un poco cansados de tanta ineptitud y de tanta improvisación. Pero aquí seguimos, aguantando lo que no está escrito.
Yo le pido, amable lector, que, por unos segundos, usted y yo dejemos de ser políticamente correctos y seamos totalmente sinceros. ¿Qué piensa usted que hubiese pasado si todo este desastre sanitario y social se hubiese producido bajo un gobierno del PP? Y hablo tanto del Gobierno de España como el de la Generalitat Valenciana… Pues sí, y usted y yo sabemos que hubiese ocurrido. Exactamente lo mismo que pasó cuando hace años, y siendo Mariano Rajoy presidente del Gobierno de España, los expertos –que entonces sí que hubo expertos a los que consultar- decidieron sacrificar a un perro para evitar un posible contagio masivo del ébola . La izquierda se llevó las manos a la cabeza y salió indignada a la calle protagonizando manifestaciones masivas contra el PP…
Está claro, que la izquierda se mueve mejor provocando caos y tensión en las calles que gobernando. Y es que para gobernar hace falta talento y mucha mano derecha… Y para ‘desescalar adecuadamente’ a todo un país, también. ¡Qué Dios nos pille confesados!
