Varios operarios se afanan en las labores para prevenir inundaciones ante una gota fría
S. Barberá/Castellón Información
El temporal de lluvias que provocó graves inundaciones en el municipio de Benicàssim a finales del mes de agosto todavía tiene efectos en la localidad. Uno de ellos es la suciedad que se había acumulado en el barranco de Farja, a su paso por el tramo urbano y en el que desde esta semana se está realizando diversas labores de limpieza.
Los trabajos, que se realizan por el ayuntamiento, se centran en el desbroce selectivo, refaldado de árboles (método de poda que consiste en quitar las ramas bajas para dejar espacio suficiente a peatones y vehículos) y eliminación de vegetación seca, así como la eliminación de residuos inertes y otros elementos sueltos con el objetivo de prevenir posibles inundaciones ante gota fría.
Las labores de ejecución de trabajos de mitigación de riesgos por emergencias se están llevando a cabo por parte de la brigada municipal de obras y la empresa Tragsa, en este caso con una brigada formada por cinco operarios y un capataz.
Varios vecinos habían mostrado su malestar por la deficiente situación en la que se encontraba esta zona de la localidad al señalar que “no se puede caminar por la playa porque está todo muy sucio y es peligroso por la cantidad de ramas y otros objetos que hay en la arena” y también han destacado que “el agua estancada en el barranco provoca muy mal olor y se hace verdaderamente imposible pasar por aquí”.
Cabe destacar que las inundaciones de agosto afectaron especialmente a la zonas de playa provocando que se destrozaran prácticamente las duchas y lavapiés de todos las playas benicenses, además de las pasarelas habilitadas en la zona. Junto a ello, numerosos vecinos también se han visto afectados por las lluvias puesto que el agua entró a sus viviendas provocando numerosos daños materiales.
