Mª Ángeles Pallarés. Alcaldesa de Canet Lo Roig
Desde hace tiempo, en Canet Lo Roig, tenemos un lema: Juntos somos invencibles. Este eslogan se convirtió en una voz unánime cuando nuestro pueblo y todo el planeta atravesó uno de los momentos más difíciles y complicados de la historia actual: la irrupción de la pandemia de coronavirus. Nuestro municipio fue entonces considerado un territorio vulnerable y, en esa dura tesitura, nuestra gente demostró su gran valía. Los jóvenes de la localidad crearon un grupo de voluntarios para atender y proteger a los mayores y se encargaron de hacer la compra y llevársela a sus domicilios con el fin de minimizar al máximo el peligro de la exposición al virus y el posible riesgo de contagio de un colectivo que, en la primera fase de la pandemia, fue el más castigado por la enfermedad y el que sufrió sus consecuencias más fatales.
En un mundo globalizado, en el que las redes sociales son un reflejo de la realidad que vivimos, el hashtag #juntssominvencibles define a la perfección el día a día de Canet Lo Roig y el papel fundamental que juega nuestro tejido asociativo local. Como alcaldesa confieso que siento un profundo orgullo y una sublime admiración por todas las entidades que, ya sean culturales, sociales o deportivas, trabajan y colaboran con el Ayuntamiento por hacer de Canet un pueblo mejor. Desde diferentes ámbitos, las distintas asociaciones ponen su empeño en promover el bien común y su labor merece mi más sincero agradecimiento. Por su condición de pueblo pequeño y de interior, en demasiadas ocasiones, Canet, como otros pueblos de nuestra geografía en similares circunstancias, somos los grandes olvidados de las administraciones superiores; pero esa injusticia y hándicap se compensa con la voluntad y el compromiso de las personas que integran nuestro poderoso tejido asociativo. Creánme que no exagero al calificarlo de poderoso porque, con sus limitados y escasos recursos, son capaces de hacer grandes cosas y contagiar su entusiasmo e ilusión para materializar sus metas. Las personas que integran las asociaciones locales son proactivas y comprometidas y trabajan codo con codo y sin descanso por y para nuestro pueblo. Gracias a su labor, Canet es un pueblo vivo y puede ofrecer un sinfín de actividades que ayudan a impulsar y mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos en todos los sentidos.
Las Amas de Casa Santa Isabec, la AMPA, los Pensionistas y Jubilados “San Miguel Arcángel”, la asociación cultural Lo Suabe, la asociación musical Santa Cecília, la peña taurina canetana, la Unió de Joves Canetans, el Grup de Dansa Local, las entidades deportivas y agrupaciones de agricultores, todos contribuyen con su esfuerzo, creatividad y solidaridad a engrandecer un pueblo que tiene en su gente su mayor riqueza y valor. Con ellos y ellas hemos superado con éxito los retos más complicados, seguimos manteniendo tradiciones y apostando firmemente por el desarrollo con la certeza de que, por complicado que se torne el futuro, la fuerza, el poder y el talante de nuestra gente allanará el camino y conseguiremos todo cuanto nos propongamos. Por todo ello, quiero dedicar estas líneas a todas las asociaciones, las de Canet y las de todos los pueblos, como muestra de agradecimiento a todas esas personas que hacen posible que juntos seamos invencibles.