Vicente Pallarés. Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial.
No hay conflicto alguno. Qué nadie busque enfrentamiento, porque en nuestra región, en la Comunitat Valenciana –que no País Valencià- nunca ha habido problemas entre el castellano –o español- y el valenciano. Ambos idiomas han convivido siempre en perfecto equilibrio, en total armonía: cada uno habla la lengua en la que se siente más cómodo o la que más le apetece… No hay conflicto y, por lo tanto, no vamos a consentir que nos impongan en qué idioma debemos expresarnos ni que los castellanoparlantes sean considerados ciudadanos de segunda. Nuestro bilingüismo es parte de nuestra riqueza cultural.
La extrema izquierda que gobierna la Generalitat Valenciana ha hecho de la calle, pero especialmente de la aulas, un campo de batalla contra el idioma que nos permite comunicarnos a todos los españoles. Es más, el idioma que nos permite entendernos con más de 540 millones de personas en todo el mundo. Es el cuarto idioma más hablado en el mundo después del inglés, el chino mandarín y el hindi. Un patrimonio que no queremos –ni debemos- perder.
Por eso, desde el PP rechazamos las políticas sectarias que les imponen desde la Generalitat Valenciana a nuestros hijos a la hora de estudiar, o las que tenemos que sufrir todos cuando tenemos que relacionarnos con la Administración autonómica. No lo vamos a consentir, porque nosotros, los castellonenses, somos valencians, pero también somos españoles, Y nos sentimos orgullosos de poder entendernos entre nosotros y con el resto de españoles, por eso hablamos valenciano y por eso hablamos español.
Y por eso, por dignidad, desde el Partido Popular jamás vamos a tolerar que nuestros hijos sean adoctrinados en las aulas, ni que ninguna policía lingüística nos diga con quién podemos hablar y en qué idioma debemos hacerlo. ¡Faltaría más! Nosotros sí apoyamos la libertad de expresión en el más amplio sentido de la palabra. Y es somos españoles y valencians. Y estamos muy orgullosos.
