El acuerdo de la UE sobre el reparto de jornadas laborales y del volumen de las capturas afecta a 586 familias y a las 155 embarcaciones que generan 707 empleos
Ramón Pardo/Castellón Información
Medio millar de familias castellonenses ven con preocupación e incertidumbre su futuro tras el acuerdo anunciado por la Unión Europea para el reparto de las cuotas pesqueras en el Atlántico y los días de trabajo en el Mediterráneo para 2022. El acuerdo incluye un recorte en las capturas de merluza sur en el caladero nacional y una reducción en el número de días de pesca en el Mediterráneo. Este último supone una reducción de 7,5 puntos porcentuales y afectará a las embarcaciones de arrastre y palangre de la provincia.
El acuerdo afecta de lleno y negativamente a la flota pesquera castellonense que ve con gran preocupación su futuro ante el recorte de las jornadas de pesca, porque, entienden que peligra la rentabilidad de su trabajo al perder una media anual de 140 días sin salir a faenar como apuntó públicamente el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Castellón, Manuel Peña.
La Comisión Interfederativa de Cofradías de Pescadores de la Comunidad Valenciana, Coincopesca, alerta del perjuicio que supone este acuerdo para los arrastreros de la Comunitat y para las tres mil familias que depende directa o indirectamente de la pesca con este arte. En el caso de la provincia de Castellón son 586 las familias que se verán afectadas. De ahí que las cofradías de pescadores y la Conselleria de Agricultura aúnen esfuerzos para hacer llegar al Ejecutivo central sus peticiones para ver de compensar esos recortes en la actividad del sector fijados por la UE. Medidas que pasan por compensaciones socioeconómicas para los afectados por las rebajas de los días autorizados para faenar en el Mediterráneo o que se modifique el actual sistema de utilización de jornadas disponibles para aumentar su eficacia.
Este acuerdo anunciado por la UE añade más problemas a un sector en el que la crisis económica y sanitaria de 2020 colocó en una delicada situación, habida cuenta de las restricciones decretadas para atajar la Covid-19, que hizo descender las capturas y el volumen de toneladas de pescado que llegaba a las rulas castellonenses. Todo ello afectó la actividad de las 155 embarcaciones que integran la flota provincial y que generan 707 puestos de trabajo.