Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón. Presidenta del PP de Castelló de la Plana
Despedimos el año 2021. Hemos dejado atrás un ejercicio que, sinceramente, tampoco ha sido bueno. Ni mucho menos. Todas las esperanzas que teníamos al arranque del 2021 se han ido esfumando a medida que han ido avanzando las fechas, después de un año 2020 que estuvo marcado por la pandemia y, lamentablemente, aún no hemos podido dejar atrás.
De hecho, escribo este artículo mientras conocemos las cifras disparadas de casos positivos de Covid en nuestra ciudad y en toda España, superando el record diario de 100.000 casos más al día. Tampoco se ha conseguido erradicar los fallecimientos, que en nuestra provincia ya se acercan al millar de castellonenses. No, 2021, no ha sido un buen año sanitaria ni socialmente.
Y lo peor de todo es que, cuando estamos en la cresta de la sexta ola, vemos cómo ni las autoridades competentes municipales ni autonómicas, es decir, ni Amparo Marco ni Ximo Puig, han hecho nada por dotar a nuestra ciudad de las infraestructuras ni de los medios técnicos y humanos necesarios para afrontar más confortablemente el nuevo golpe que nos está asestando el Covid. Todo lo contrario. Faltan más médicos que nunca, los laboratorios son incapaces de hacer más pruebas serológicas, consultorios como el de Constitución o Benadressa siguen cerrados, mientras el del Palleter o Fernando El Católico están más desbordados que nunca. ¿Alguna vez el PSOE será capaz de anticiparse? ¿Cuántas olas más tienen que venir para estar prevenidos?
Tampoco económicamente ha ido mejor. Nuestras ciudad sigue rozando los 15.000 parados, una cota que ya es estructural, y despedimos el ejercicio con el precio de la luz, la gasolina, el transporte o la cesta de la compra en niveles estratosféricos. A mismos salarios o menos ingresos, más gastos, muchos más. Y así es muy difícil llegar a final de mes para las familias.
Cabría pensar que, en este contexto, el Ayuntamiento de Castellón, como institución más próxima, ha sido el apoyo que necesitan los castellonenses. Pero tampoco aquí será así. Acabamos de conocer que el equipo de gobierno del PSOE, Compromís y Podemos han presentado un presupuesto para el año 2022 de casi 198 millones de euros, pero que no van a ahorrar ni un céntimo a los vecinos de la capital de la Plana en materia de impuestos. El IBI, el impuesto de vehículos, el IAE... seguirá estando en niveles máximos, en lugar de dejar el dinero en el bolsillo de los castellonenses, que es donde mejor está.
Muchos impuestos, y pocos servicios. El mayor gasto del tripartito irá a llevar a cabo dos proyectos que nadie ha pedido y que están llamados a generar más problemas a los ciudadanos: el cierre al tráfico de la avenida Lidón, valorada en 3,3 millones; y la peatonalización de la plaza de la Paz, que costará casi 900.000 euros, y que definitivamente convertirá el centro histórico en una ratonera de difícil acceso.
Ante tanto despropósito vaya por delante el compromiso del Partido Popular para trabajar y seguir defendiendo los intereses de los castellonenses. Seguiremos denunciando las injusticias y haciendo propuestas que sean útiles para el conjunto de la ciudadanía. Mientras tanto, cuídense. Que nada ni nadie nos amargue la entrada en el nuevo año. ¡Feliz 2022!
