Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón. Presidenta del PP de Castelló de la Plana
Toda mi admiración y respeto a los cientos de emprendedores que cada día se ponen en marcha y levantan la persiana en la ciudad de Castellón. Hoy más que nunca, emprender es un deporte de riesgo. Económico y personal. Cada mañana se juegan su futuro, arriesgando su patrimonio personal, su trabajo. Gracias por la valentía, por el esfuerzo, por el compromiso con la ciudad. Porque sí, los comerciantes, los hosteleros, los negocios prestadores de servicios… con su actividad, mantienen vivo el centro de nuestra ciudad.
La decadente situación que se vive en el casco histórico de Castellón es una de las cuestiones que desde el Partido Popular venimos trabajando y reivindicando desde las dos últimas legislaturas. Lamentablemente, no es un problema de ayer ni antes de ayer. Pero sí que vemos con gran alarma que el deterioro del tejido del sector servicios de la capital de la Plana está llegando a un extremo jamás conocido hasta la fecha. Como portavoz del PP, he mantenido en los últimos días muchísimas reuniones con propietarios de comercios y tiendas, y su grito de auxilio es unánime: el centro de Castellón se muere.
Todos coinciden en que cada vez llegan menos clientes al centro, principalmente porque las decisiones que toma el equipo de gobierno de PSOE, Compromís y Podemos no van precisamente en la dirección de facilitar el acceso, más bien lo contrario. El cierre del carril de entrada a la ciudad por el Paseo Ribalta, el próximo cierre de la avenida Lidón por la remodelación que ha sublevado a todos los vecinos, y la futura peatonalización de la plaza La Paz hacen que llegar al corazón de la ciudad sea imposible. Si a eso sumamos las videocámaras, que multan a la mínima a razón de 80 euros, el centro es una ratonera.
También denuncian la falta de luz, la suciedad y falta de mantenimiento de las calles. Y el deterioro de fachadas, de atractivo de los viales del casco histórico, las crecientes dificultades para trabajar, ya sea para abrir un negocio, ampliar una terraza o simplemente para que lleguen los proveedores; la persecución a las tascas, la falta de iniciativas que dinamicen y capten el interés de potenciales visitantes y clientes, como quedó patente estas navidades… muchos factores en contra que no se compensan con resultados, porque cada vez quedan menos clientes. Y todo en un contexto de pandemia.
Muchos problemas y pocos apoyos. Los emprendedores nos dicen que la ayuda del equipo de gobierno o no está, o es insuficiente. Y así va el sector. Cada vez más persianas bajadas, más locales vacíos, menos alegría en las calles. Castellón está triste. Nunca lo había estado tanto.
Por eso proponemos un plan de viabilidad del centro, que pasan por la desconexión de las cámaras de vídeo que multan, conveniar con los parkings del centro horas de aparcamiento gratis, ayudas al alquiler, más bonos comerciales para incentivar las compras, reforzar la limpieza e incrementar la iluminación, un plan para embellecer las calles del centro, así como líneas de apoyo para restaurar las fachadas, y transporte ecológico y gratuito, para que los usuarios no tengan excusas para no llegar al centro. Y por supuesto, fundamental, la remodelación integral del Mercado Central, el corazón que hace latir nuestra ciudad.
Nadie dice que la solución sea fácil. No hay ni una varita mágica ni una fórmula científica y universal. Pero hay que intentarlo. Al menos eso. Lo que no puede ser es la dejación de funciones en la que ha caído el equipo de gobierno actual. Nuestra ciudad y los vecinos se lo merecen.