Desde las diferentes asociaciones y grupos ucranianos intentan ayudar a su comunidad desde la provincia. La Asociación de Niños de Ucrania-Castellón (ANIUK-CAS) estudia como acoger a los pequeños del país del Este mientras dure la guerra en su país. Desde Kalyna, la Asociación de Ucranianos de Castellón, se reunirán para buscar una forma de ayudar a sus familiares y seres queridos desde aquí y organizar una protesta en Castellón como la que tendrá lugar hoy en Valencia. Cerca de 1.400 ucranianos viven en la provincia de Castellón.
M.G/L.T./Castellón Información
La invasión de Rusia sobre Ucrania y los primeros bombardeos sobre el territorio ucraniano por parte de las tropas de Putin han desembocado en un conflicto que ya ha traspasado todas las fronteras, sobre todo a nivel sentimental, que también ha llegado a la provincia de Castellón, donde residen un total de 1.388 ucranianos.
De ellos, 770 mujeres y 618 hombres, de los cuales 251 son niños, viven en la provincia, pero tienen la mirada puesta en lo que está sucediendo en su país de origen, donde ya se han producido las primeras muertes y donde muchos están pendientes de lo que sucederá con sus familias.
El colectivo ucraniano está muy presente en la Plana Alta, con 369 residentes en la capital de la Plana, pero sobre todo en el Baix Maestrat, donde viven el 33% de los ucranianos que residen en Castellón, 212 en Benicarló y 252 en Vinaròs.
El resto se dividen en Vila-real (73), Onda (48), Benicàssim (30), Vall d'Uixó (18), Almassora (17), Nules (17) y en l'Alcora, donde tan solo reside un ucraniano.
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Son datos del Instituto Nacional de Estadística, que también indican que el número de ucranianos se ha reducido en el último año en 51 personas. Un dato que, con el conflicto bélico podría incrementarse en los próximos días puesto que la Asociación de Niños de Ucrania-Castellón (ANIUK-CAS) estudia como ayudar y acoger a los pequeños del país del este para acogerlos mientras dure la guerra en su país. "Queremos aportar nuestro granito de arena. Va a ser muy difícil sacarlos de allí porque no hay aviones. Estamos intentando transmitirles la máxima tranquilidad posible y que se alejen de Kiev por si en algún momento se abre una ruta comercial, trataríamos de traerlos aquí", explican desde la asociación.
Comunidad ucraniana en Castellón y protestas
Los vecinos ucranianos de Castellón están realmente “preocupados y asustados por la situación”, así lo transmiten desde Kalyna, la asociación de ucranianos de la provincia. Los miembros de la comunidad están en continuo contacto con sus familiares y seres queridos vía telemática, “todos estamos hablando por teléfono y WhatsApp con nuestra familia, eso es lo más importante”, cuentan desde Kalyna.
Como asociación, Kalyna se reunirá esta tarde para abordar la situación ocurrida en Ucrania y decidir cómo actuarán para apoyar a su comunidad desde Castellón. Además, esta tarde habrá una protesta pacífica en Valencia y desde la asociación abordarán en la reunión cómo y cuándo hacer otra en la provincia. “Lo único que podemos hacer ahora es manifestarnos”, añaden desde Kalyna.
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En esta línea, el cónsul honorario de Ucrania en la Comunitat Valenciana, Pablo Gil, también ha condenado el ataque a Ucrania y ha reclamado la suspensión de toda relación institucional con Rusia.
Ha solicitado la suspensión de toda relación institucional con Rusia y sus agentes en la Comunitat Valenciana, particularmente, "pero no solo las relativas al Cónsul Honorario de la Federación de Rusia en la Comunidad Valenciana, Ramón Congost Vallés, que habría de renunciar inmediatamente a su cargo".
Desde la Diócesis de Segorbe-Castellón también rechazan la invasión ucraniana. Se suma al rezo en la jornada que tendrá lugar el Miércoles de Ceniza, tal y como traslada el obispo, monseñor Casimiro López Llorente: "Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes. Al igual que yo, mucha gente en todo el mundo está sintiendo angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por los intereses de las partes. Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos. Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional", ha mencionado en una carta el obispo.
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