Noticias Castellón
lunes, 25 de noviembre de 2024 | Última actualización: 23:18

Polonia, lección ejemplar, sobre lo que es atender a refugiados

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 50 segundos

Noticias Relacionadas

Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

Siempre tuve un concepto muy elevado de Polonia como país y de los polacos como ciudadanos del mundo.

Y ese cariño y admiración, nació en corazón cuando en los últimos años de la década de los setenta del pasado siglo, conocí en Australia a un cliente de nombre Kas Gasowski y a su encantadora esposa e hijos.

Mi amigo, fue un superviviente de  Auschwitz y tuvo la inmensa suerte de sobrevivir a aquel infierno y llevaba aún grabado en su muñeca derecha el número de prisionero.

Sin embargo en los años que lo estuve tratando, siempre eludía esos recuerdos y me repetía con una sinceridad y nobleza de espíritu, que había aprendido a no odiar a nadie, porque sufre mucho quien odia, que la persona odiada.
Tenía mucha razón.

Y viene ahora al caso, ante el ejemplo de solidaridad humana y atención a los que sufren, que están dando en estos momentos de nuevo, el pueblo polaco y en una menor medida el húngaro, recibiendo con las puertas abiertas a cuantos ciudadanos de Ucrania necesitan escapar de la barbarie soviética de Putin.

Polonia en estos momentos, no vive en una etapa muy brillante de su economía y lo pude verificar el año pasado con motivo de la Final de Eurocopa que jugó allí el Villarreal en Gdansk, pero si es un país hacendoso y responsable, que va mejorando social, política y económicamente de una manera admirable y por eso llegado este momento, en que sus vecinos los ucranianos, les piden su ayuda, la están recibiendo de una manera admirable.

La imagen que nos vendía nuestro Gobierno hasta hace cuatro días, tanto de Polonia como de Hungría, era la de dos países gobernados por la extrema derecha, intransigentes y dictatoriales a los que solo les faltaba ponerles cuernos y rabo, para asimilarlos a países diabólicos.

Ellos han entendido mejor que nadie la terrible situación por la que pasa Ucrania por los delirios de Putin y han   sido un ejemplo para el mundo occidental, sin  poner condiciones ni pasar facturas a medio o largo plazo, para acoger a cuantos ciudadanos de su país vecino hiciera falta.

Y por eso mujeres y niños han llegado en varios cientos de miles de personas en apenas unos pocos días.

Aquí no nos llegan refugiados, aquí nos envían desde el norte de África, avalanchas de jóvenes y niños, sin que yo nunca haya entendido con qué propósito.

Por lo visto, el sentimiento de la familia como la entendemos nosotros, no acaba de arraigar en Marruecos y más al sur de nuestros vecinos.

¿O acaso será que tanto Putin como el Rey de Marruecos, piensan muy poco en sus conciudadanos y mucho más en sus patrimonios personales?

Vayan ustedes a saber, pero yo lo veo así y por eso me solidarizo perfectamente con las actitudes de polacos y húngaros respecto a los ucranianos y no lo puedo hacer ni con el sátrapa comunista de Rusia ni con el Rey de Marruecos, porque esos como muchos políticos de nuestro entorno, sólo piensan en  conservar sus poltronas y privilegios.

Hasta la semana que viene amigos.