La regidora de Relaciones Vecinales y el edil de Seguridad se reúnen con residentes de la zona en el marco de la ronda de entrevistas con asociaciones.
El Ayuntamiento de Almassora estudiará la propuesta de derribo que vecinos de la plaza Botànic Calduch han apoyado con la intención de eliminar del parque la citada infraestructura. Así lo ha confirmado la regidora de Relaciones Vecinales, Ramona Palomares, al cierre de una reunión convocada en el marco de las entrevistas que la edil mantiene con representantes vecinales. “Nos han confirmado que su interés sería eliminar un espacio que se encuentra degradado y han confirmado que, efectivamente, creen oportuna la demolición total del local”.
La reunión, que tuvo lugar ayer en el Ayuntamiento de Almassora, citó a la titular de la cartera de Relaciones Vecinales y al responsable de la cartera de Actividades, Luis Martínez, quien expuso a los vecinos los trabajos desarrollados hasta la fecha sobre este inmueble. “Disponemos de un proyecto para licitar la explotación del local como bar-cafetería que está presupuestado en más de 125.000 euros que estarían destinados íntegramente a la adecuación y mejora del inmueble”.
Una suma notable que contempla como inversión más cuantiosa la relativa a trabajos de albañilería, con un montante que superaría los 40.000 euros y que permitiría adecuar el inmueble a la normativa en materia de accesibilidad. Asimismo, también se estima una suma que supera los 17.000 euros para ejecutar la oportuna instalación eléctrica y aire acondicionado, así como trabajos de carpintería por importe de 18.800 euros.
“Somos conscientes de que la cifra es muy elevada para un particular que desee explotar este espacio”. Así las cosas, ha considerado Palomares, “vamos a estudiar la posibilidad del derribo puesto que así nos lo han transmitido los residentes”.
Cabe señalar que el local de Botànic Calduch, de titularidad pública, ha sido objeto de un exhaustivo estudio dirigido a definir a nivel técnico las necesidades para su correcta explotación. De hecho, el consistorio trabajaba con las miras puestas en la licitación del pliego de condiciones durante este ejercicio. “En todo caso, la posibilidad de la demolición no la descartamos, vamos a estudiarla siempre que los vecinos la respalden y apoyen, tal y como les hemos transmitido”.
Comportamientos incívicos
La ronda de reuniones iniciada el pasado mes de septiembre por la regidora de Relaciones Vecinales con las diferentes asociaciones de vecinos “nos está permitiendo conocer de primera mano las necesidades y demandas más urgentes de nuestros residentes, a fin de poder concretarlas y definirlas en el presupuesto de 2014”.
Para el caso de Botànic Calduch, además de otras acciones, “lo cierto es que teníamos pendiente una actuación en el bar-cafetería que ahora vamos a replantear siempre que los residentes refrenden esta medida”.
La última intervención realizada en el local tuvo lugar el pasado verano, cuando desde el departamento de Servicios Públicos se procedió a reponer varios cristales del inmueble tras resultar dañados por actos vandálicos. “A estas medidas se han sumado limpiezas periódicas y, pese a que los trabajos son constantes, los vecinos del entorno mantienen que la falta de urbanidad de algunos ciudadanos provoca la degradación y abandono de este espacio”, ha manifestado Palomares.