Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
“Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”. Este fragmento de poema, atribuido a Bertolt Brecht, pero que en realidad pertenece a un pastor protestante llamado Niemöller, se ha empleado a menudo para denunciar la pasividad de los alemanes ante el ascenso del nazismo, y en general para señalar que la libertad es algo frágil y que se debe estar vigilante y presto a su defensa. Es por ello por lo que aquí y ahora, en la España del año 2013, necesitamos, debemos volver a recordar este poema y lo que significa.
Y es que, que nadie se engañe, estamos viviendo en estos momentos el mayor ataque a las libertades civiles, y por lo tanto al núcleo de la Democracia, desde el golpe de Estado del 23 de Febrero del año 1981. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que prepara el Partido Popular, es un ataque en toda regla, con su criminalización de la protesta social, a las libertades civiles básicas. Y es que la protesta social es uno de los derechos fundamentales, como ya reconocía la Constitución norteamericana, la primera democrática de la era moderna, que asiste al ciudadano. Y esta Ley de Seguridad Ciudadana no sólo se la carga; invierte el derecho de prueba y supone la total indefensión del ciudadano que defienda sus derechos. No estamos pues ante una mera Ley reaccionaria. Estamos delante de algo peor. Y es que, parafraseando el último parte de guerra de Franco, alcanzados por parte de este Gobierno y sus aliados sus últimos objetivos en materia de destrucción de Derechos Sociales, se ha abierto la veda de hacer desaparecer las Libertades Civiles.
En este sentido, estaría muy bien comprobar que opinarían esos liberales de boquilla, esos liberales subvencionados devotos de la lideresa condesa, si esto que va a perpetrar el PP ocurriera en Cuba, en Venezuela, o en la Rusia de Putin. Y es que, aunque aquí callarán, si dijeran que se trata de una medida dictatorial tendrían razón. Es por ello por lo que todos aquellos que no queremos ser cómplices, por activa o por pasiva, del establecimiento de un modelo dictatorial en nuestro país, debemos alzar la voz. Mientras todavía la tengamos.
