El consumo en el exterior estará limitado hasta a las 22 horas y se instalará un semáforo acústico
Castelló dará un paso adelante para proponer a los ciudadanos la eliminación de la calificación de Zona Acústicamente Saturada en el área de las Tascas junto a la plaza santa Clara de Castelló. No obstante, seguirá imponiendo restricciones, entre ellas: la limitación del consumo en el exterior hasta las 22:00 horas y la instalación de un semáforo acústico.
La calificación del área de las Tascas de Castelló, junto a la plaza Santa Clara (Isaac Peral, Barracas y la plaza Santa Clara) como Zona Acústicamente Saturada (ZAS), puede tener sus días contados.
Así al menos lo quiere proponer el Ayuntamiento de Castelló, que pretende aprobar en su próxima Junta de Gobierno, una ordenanza para sustituir esta calificación con un nuevo sistema de restricciones para conciliar descanso y ocio.
La declaración de las Tascas como ZAS, fue aprobada hace doce años como consecuencia de una sentencia que reconocía las quejas de la Asociación Sense Soroll, porque indicaban que ‘el ruido’ producido por las Tascas de Castelló molestaba el descanso de los vecinos'.
Y por mucho que el ayuntamiento se comprometió a vigilar y limitar la emisión de ruido, la sentencia hubo de ser acatada.
Esa declaración de ZAS, generó todo tipo de protestas entre los empresarios de las Tascas pero también entre sus clientes: “Decisiones como estas matarán nuestros negocios”.
A partir de ahí surgieron todo tipo de propuestas para poder revitalizar las tascas de Castelló como la del Grupo Popular para la declaración de las tascas como Espacio de Tradición Gastronómica.
También se asumieron compromisos para medir el impacto acústico de las tascas, limitación de horarios, zonas de consumo…
Como consecuencia de todo ello, las Tascas organizaron una super concentración de protesta, con un seguimiento masivo el 8 de noviembre de 2019.
Y no solo eso, es que, además, los empresarios llevaron a proponer otras medidas, como proyectos para la colocación de ‘falsos techos’ sobre las calles de las Tascas, integrados por paneles móviles para reducir el impacto acústico sobre las viviendas que recaían a estas calles.
Y mientras, desde el ayuntamiento se organizaba también una campaña bajo el lema ‘Aquí cabemos todos’ para “Salvar las tascas y evitar las denuncias ciudadanas”
La Covid y la respuesta de solidaridad de los empresarios
Pero todo esto se paralizó de golpe cuando la Covid se reconoció como una pandemia mundial y comenzaron a tomarse las medidas de precaución para evitar los contagios.
De hecho, las mismas Tascas protagonizaron una campaña de cierre responsable y fueron las primeras en dar un paso al frente para cerrar sus negocios con el fin de frenar los contagios.
Ahora que el coronavirus comienza a recordarse como una pesadilla a la que ya no se le ponen mascarillas ni distancias, los resultados de las mediciones parecen apuntar a que el impacto acústico ha disminuido mucho durante el pasado año y ya no supera los 20 decibelios de más en el exterior que marca la legislación.
En base a estos datos el ayuntamiento plantea solicitar la retirada de la ZAS que impedía el consumo en vía pública, ahora bien, esto no significa que se eliminen todas las restricciones. La nueva ordenanza que va a ser sometida a exposición pública indica:
“El consumo de bebida y comida en el espacio público y en terrazas y veladores estará permitido hasta las 22 horas, continuará la suspensión de nuevas licencias de actividades que impliquen la venta de alimentos y bebida, mientras los servicios de limpieza actuarán a partir de las 22.30 horas. Asimismo, se realizarán campañas de concienciación para sensibilizar sobre el impacto negativo que provoca la contaminación acústica, y se instalará un semáforo acústico que servirá de indicador de la situación con el objeto de concienciar a la ciudadanía”.
La propuesta de cese estará expuesta al público durante un mes. En este tiempo también habrá también audiencia a asociaciones vecinales o entidades que lo consideren.
El concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro ha valorado la medida de esta manera: “Después de 12 años afrontamos la recta final de la ZAS de las tascas, pero continuará un plan de actuación para que no se reproduzcan los motivos que comportaron la ZAS. El objetivo es poder conciliar la idiosincrasia de las tascas con el derecho al descanso y evitar que se reproduzca un conflicto que se viene arrastrando desde hace más de una década”.
Por su parte, José Luís López señalaba: “Los resultados de las mediciones en la Zona Acústicamente Saturada de las tascas nos permiten propone el cese de la misma, manteniendo unas medidas que contribuyen a conciliar el ocio con el descanso del vecindario”