Esperanza Molina Coronado/ Castellón Información
Hubo una ministra de Fomento que, cuando llegó a Castelló a anunciar el Corredor Mediterráneo (que iba a llegar a Castelló en 2015), a preguntas de los periodistas sobre los mil retrasos de la línea aseguró que se había encontrado los cajones vacíos.
¡Vamos!, que los que la habían precedido (antes de ella El PSOE, pero antes había sido el PP), habían prometido mucho pero no habían dejado hecho nada.
Lógicamente, un periodista escribe sobre la información que recibe, la que investiga y la que puede deducir y contrastar de lo que le llega. Y aquella explicación no solo no me convenció, sino que me dio la sensación de que cada cual ‘arrima el ascua a su sardina’.
No se había hecho gran cosa, es cierto, porque las promesas sobre el AVE a Castelló comienzan a ser tan antiguas… De hecho, creo que todavía guardo las grabaciones de las declaraciones de aquel conseller, José Ramón García Antón (que en gloria esté y que fue una excelente persona) que lo prometía en el año 2000, cuando se inauguraba la 'estación acuática de Castelló'.
Por cierto, que tanto Castelló como Benicàssim fueron revolucionarias porque contaban con traviesas ‘polivalentes’ para poder acondicionar el ancho de vía a las exigencias europeas…
¿Por qué será que en Castelló cuesta tanto que se haga alguna cosa?
El enterramiento de la vía en Castelló tardó más de 80 años, y eso porque era una estación rentable; y el AVE… ya va por 22, como lo del chiste.
Por medio había quedado la promesa de José Blanco (ministro de Fomento de Rodríguez Zapatero) y su plan del Corredor, con la doble plataforma del AVE Valencia a Castelló, después de inaugurar la línea de alta velocidad Valencia-Madrid. Todo se desplomó como un castillo de naipes cuando se impusieron los recortes. De lo dicho, nada.
Surgió también la ‘famosa’ maniobra del ‘tercer hilo’ “Más rápido y más barato”, y la promesa de conectar Castelló con Vandellós y Tarragona en un suspiro y dentro del mismo acuerdo… Claro, que también se retrasó porque cuando se le dijo a los empresarios de la Comunitat Valenciana, que esa línea, al norte de Castelló sería solo de ancho europeo, protestaron y pidieron que se contemplara también una vía con ancho ibérico para no dejar a Castelló como una isla en medio del desierto.
Y después de la ministra siguieron los retrasos: y me dijeron: “que no, que el AVE no llegará en 2015 pero si en 2017”, comentaban los políticos.
Y por recordar, una cierta vergüenza ajena con aquel primer AVE a Castelló, que llegó con un retraso de 20 minutos. Si no hubieran viajado en él el presidente del Gobierno y el ministro de Fomento (y toooodoooos los periodistas nacionales internacionales), a lo mejor, en lugar de 20 minutos de retraso hubiera sido una hora y 20 minutos.
Ahora resulta que el tercer hilo ni era tan rápido ni era tan barato. Que las traviesas polivalentes no sirven, se necesita una línea completamente nueva. Que la conexión por el norte de Castelló con Vandellós y con Tarragona, será solo en ancho internacional (para ese viaje no hacían falta tantas alforjas).
Y que, por fin, con la movilización de los empresarios parece que se ha resuelto algo… o por lo menos se mueve.
Tras el ‘chequeo’ de la Asociación Quiero Corredor, el Comisionado para el Corredor Mediterráneo, contraatacaba con sus propios datos, y con una comparativa de lo que se había hecho en 2018 y lo que se ha logrado desde entonces.
No ha afirmado que se encontró con los cajones vacíos, pero casi.
Y cuento todo esto, porque, si yo, que lo sigo día a día, que puedo informar, hablar con las personas, tengo un ‘libro’ de noticias sobre el Corredor que siempre se anuncia y nunca llega… y que me apasiona el proyecto, ya no me creo nada, no quiero ni pensar lo que sienten los vecinos de a pie a los que se les lleva vendiendo la misma burra durante décadas y décadas.
Estoy convencida de que, hasta que no lo vean, no experimenten las ventajas de ese corredor y no lo sientan en sus bolsillos, todo lo demás seguirá siendo cuento de los políticos de turno. (Y que me perdonen algunos de ellos por la reflexión, que me consta que se han dejado la piel en el intento).
