Califican la situación de la zona como ‘muy grave’ y de ‘emergencia sanitaria’ que puede tener muchas consecuencias
Los expertos de la Universitat de València han llamado a las cosas por su nombre y han calificado de situación muy grave el problema que generan los mosquitos en la Marjalería. Es más, consideran que se trata una emergencia sanitaria que puede tener consecuencias. Se han comprometido a entregar su Plan de Acción en el mes de septiembre, pero será el ayuntamiento el que tome las decisiones.
Expertos del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València, se han reunido hoy con los vecinos de la Marjalería de Castelló. La reunión había sido convocada por el concejal y diputado Ignasi García, con la asistencia también de la teniente alcalde del Grau, Mª Carmen Ribera, en la caseta de la Asociación de Vecinos de la Marjalería.
No era una reunión fácil. Los vecinos de Marjalería asistían con las uñas largas, poco convencidos de lo que se les iba a contar y dispuestos a escuchar un poco lo de siempre: “no dejen agua en los platitos de las plantas”…
Por eso llevaban hasta las fotografías de las zonas inundadas de la Molinera, de Bovar, de Entrilles.
Sin embargo, no ha sido una ‘reunión al uso’. Y para ello ha sido fundamental la intervención el catedrático de Entomología de la Universidad de Valencia, Ricardo Jiménez, sobre todo porque ha llamado a las cosas por su nombre.
Ricardo Jiménez estaba acompañado por Vicent Falcó, resposnable del Laboratorio de Entomología del Instituto Cavanilles, y por Adrián Gimeno, miembro del equipo de investigación.
Jiménez, que ha llevado el peso de toda la exposición, ha sido también quien se ha enfrentado a las preguntas de los marjaleros y les ha dado todas las explicaciones.
El principal problema de la Marjalería es que es una zona verde, con buenas temperaturas y mucha agua. Condiciones idóneas para los mosquitos, que crían por encima de los 13 grados de temperatura mínima y proliferan por encima de los 20 grados, en zona de aguas estancadas y se refugian después en las áreas de matorrales y vegetación.
En esta situación, la Marjalería ofrece condiciones óptimas para la cría de tres especies: los mosquitos comunes, de toda la vida, los mosquitos ‘tigre’, que llegaron hace unos años para quedarse y que han proliferado por todo el litoral de la Comunitat Valenciana, con punto de inicio en la provincia de Castelló; mosquitos que son mucho más agresivos que los comunes. Y finalmente, los mosquitos de la marjal, que proliferan en zonas encharcadas de agua estancada. Estos son los más peligros y también los más agresivos. La mitad de ellos son hembras y solo tienen un objetivo: chupar sangre, resguardarse en las zonas de vegetación, poner huevos y volver a atacar. Dicho textualmente tanto por el catedrático como por los vecinos “te comen vivo”.
Los huevos apenas necesitan unos días para eclosionar, producir larvas y generar más mosquitos. cada mosquita hembra puede poner hasta 1.500 huevos Y la vida media de cada elemento puede durar en torno a los 15 días.
Dicho de otra manera, el problema es muy grave, los mosquitos pican y transmiten enfermedades, se corre el riesgo de provocar enfermedades y epidemias, y es casi imposible realizar tratamientos preventivos o acabar con ellos.
Sin embargo, explicaba Rafael Jiménez, no se puede utilizar cualquier producto y tampoco es fácil que se autoricen vuelos, con aviones, helicópteros o drones. El problema, señalaba el catedrático, es que aquellos productos tradicionales que se utilizaban antaño han demostrado ser cancerígenos. Y los tratamientos aéreos, tampoco pueden autorizarse indiscriminadamente, porque también lo son. Están prohibidos por la Unión Europea, pero además, también pueden afectar a las viviendas y a las personas.
El tratamiento debe de ser terrestre, por personas y empresas autorizadas legalmente para la manipulación de los productos.
Los mosquitos no se pueden combatir con murciélagos u otras aves: "Eso es una tontería"
Pero además, Rafael Jiménez también ha sido muy claro en otros puntos: “Quien les haya dicho que hay que promover la cría de murciélagos o de otras aves para comerse los mosquitos… es absolutamente falso”. Y eso es así indicaba, porque las golondrinas, por ejemplo, comen más mosquitos pero solo cuando crían. "Pasa igual que con los murciélagos que ahora se ha puesto de moda, pero es una estupidez, no da resultado"
Las declaraciones de Ricardo Jiménez han provocado de inmediata una oleada de protestas por parte de muchos de los asistentes. Unos pedían más vuelos aéreos, otros la posibilidad de fumigar por sí mismos, que cada marjalero pueda llevar a cabo el tratamiento preciso.
Y además de todo, se ha denunciado la situación de las aguas estancadas por la rotura del colector central, que no se tratan ni se desaguan por parte del ayuntamiento; la existencia de solares sucios que no se limpian; la acumulación de basura y vertederos incontrolados en la zona de la Marjalería.
Tampoco ha sido fácil el papel del concejal Ignasi Garcia, ni la situación de la teniente de alcalde Carmen Ribera…
¿Hay soluciones al problema de los mosquitos?
Ricardo Jiménez también ha sido claro en este sentido. Acabar con los mosquitos, en su totalidad, es imposible, pero si hay formas, tratamientos y maneras para evitar su proliferación y sus consecuencias. Aunque para ello hay que estudiar cada una de las zonas y, además, establecer un Plan de Actuación inmediato para poder realizar los tratamientos, de forma especializada y cuando toca, no una semana ni dos meses después.
En ese sentido, durante la reunión se ha reconocido que el ayuntamiento ha llegado tarde, al menos este año. Porque tras las intensas lluvias del mes de marzo, las actuaciones no se iniciaron hasta el mes de mayo. sin embargo, cabe recordar también, que la lluvia no cesó durante días y en estas condiciones tampoco se podía actuar.
Plan de Acción y 'teléfono del mosquito'
Las alternativas propuestas desde la Universitat de València consisten en: realizar un estudio de la zona que permita establecer un Plan de Acción contra los Mosquitos de aplicación progresiva. Ese plan sería entregado al ayuntamiento a partir de la segunda quincena de septiembre.
Y sería también ese Plan el que determinaría qué hacer, como y cuando, e incluso, un teléfono directo con los afectados para poder tratar cada foco en el momento en que se produzca antes de que proliferen larvas y mosquitos.
Ahora bien, no son tratamientos ni actuaciones baratos. Eso significa que el ayuntamiento habría de comprometerse con la Universidad, aprobar el Plan de Acción, disponer de presupuesto, sacar a licitación la contratación que lo pueda llevar a cabo en contacto directo y bajo las directrices de la Universidad, y después establecer un sistema de control, cuyas actuaciones podrían prolongarse desde febrero o marzo hasta noviembre.
Tanto Ignasi Garcia como Mª Carmen Ribera se han comprometido a que el tema llegue al equipo de gobierno para que las decisiones se puedan adoptar cuando toca, pero además con un presupuesto dimensionado para lo que se quiere hacer.
Paralelamente, Ignasi Garcia también ha reconocido que Castelló, tanto el casco urbano como el término municipal tiene muchos solares abandonados. Solares sucios que los propietarios ni limpian ni mantiene.
Durante el último año se puso en marcha una campaña para realizar vuelos y poder detectar estos solares en el casco urbano. En el 86% de los casos, los propietarios accedieron finalmente a limpiarlos. De lo contrario es el ayuntamiento el que ha de hacerlo, con cargo a los propietarios.
Garcia ha manifestado que su objetivo es el de ampliar esta campaña también al resto del término municipal, fundamentalmente en la zona de la Marjalería, donde se han abandonado muchos campos de cultivo que ahora no se mantienen.
Del bombeo para sacar el agua de la zona inundada de La Molinera, Entrilles o Bovar, poca cosa o nada. Eso va por otra vía e implica también a otro de los socios de gobierno. Pero los técnicos se han comprometido a visitar la zona para comprobar el estado en que se encuentra en la parte que toca a la cría y proliferación de mosquitos.
Al final, será el ayuntamiento el que tenga que dar un paso adelante para arreglar las infraestructuras y para aceptar o no el Plan de la universidad y dotarlo presupuestariamente para que sea efectivo.
