Pide que se controle la procedencia de las algarrobas en la distribución comercial, así como se investiguen aquellos comercios o personas que se dedican presuntamente a comprar algarrobas hurtadas en los campos
La Unió de Llauradors ha detectado un aumento de robos de algarrobas en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana, en los últimos días en la comarca del Maestrat y el Alto Palancia aunque es generalizado, cuando todavía están verdes y no tienen ningún tipo de valor comercial. “El garrofín está tierno y no vale para nada ahora, lo único que consiguen es destrozar nuestros árboles a base de varazos para tirar las algarrobas a tierra”, señala Iván Monroig, responsable del sector de la organización.
Se prevé una cosecha bastante mayor que la pasada que fue muy baja, pero aproximadamente el 80% de una normal. Cabe señalar que la recolección se adelanta cada vez más debido a los robos que se producen en las últimas campañas ante el mayor valor del producto. De hecho, La Unió detecta en los últimos años los primeros robos en las explotaciones agrícolas cada vez más pronto, ante la impotencia y rabia de los productores que ven como se echa a perder el esfuerzo de todo un año.
Ante los primeros hurtos detectados, La Unió solicita a la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana una reunión para que se diseñe un plan especial de vigilancia que contemple que las Fuerzas de Seguridad del Estado extremen las labores de vigilancia tanto en campo como con cualquier vehículo o almacén sospechoso de transportar o comerciar con mercancía robada.
Esta Organización Profesional Agraria también indica que los robos se producen porque existe un mercado negro consolidado con compradores seguros que se quedan con la mercancía. Así, reclama así mayor control y vigilancia en los campos durante la época de recolección y que posteriormente se controle la procedencia de las algarrobas en la distribución comercial, así como se investiguen aquellos comercios o personas que se dedican presuntamente a comprar algarrobas hurtadas en los campos. Es muy importante que se controlen los puntos sospechosos de venta de esa posible mercancía robada, verdadero centro de atención para acabar con estos robos porque “si se roba es porque alguien compra”. Esta organización cree que al contrario de lo que sucede con otras frutas y hortalizas donde existen muchos puntos de venta, en el caso de estos frutos secos es más fácil porque se concentran en unos pocos. Los agricultores se quejan de que para poder vender su producción en la cooperativa, organización de productores o comercio han de cumplir requisitos de trazabilidad, es decir la entrega de la documentación que acredite la propiedad, variedad, kg, polígono y parcela, lo que contrasta con la facilidad e impunidad con la que los ladrones venden después la algarroba.