Sant Joan de Moró se ha hermanado con Nay, una preciosa localidad francesa en Nueva ASquitania, situada en los Pirineos atlánticos. Era una forma de estrechar lazos con otros pueblos y abrirnos al mundo. Conocer otros paisajes y culturas, compartir experiencias y, sobre todo, abrir las puertas de nuestro pueblo a otras gentes.
¿Por qué Nay? Pues porque sí. ¿Por qué no? Sabíamos de Nay por vecinos nuestros que procedían de esta localidad. Y ellos, poco a poco, nos fueron inculcando el interés por su pueblo al mismo tiempo que, cada vez, están más involucrados en el nuestro. Por eso decidimos abrir las puertas y eliminar barreras de cualquier tipo. Todos somos uno.
En una época de prisas y mundos virtuales, en Sant Joan de Moró decidimos hacer las cosas a la antigua. Es decir, en persona y de tú a tú. Sin ordenadores ni pantallas de por medio. En primera persona. Estrechando manos y abrazando a nuevos amigos. Y por eso nos fuimos a Nay, en autobús, nerviosos y emocionados. Cerca de un centenar de moroneros cruzamos la frontera para conocer a nuestros nuevos amigos.
La experiencia no ha podido ser más gratificante. No hemos podido sentirnos más queridos y respetados. El pueblo de Nay nos abrió sus brazos y nos entregó su amistad. Ellos se esforzaban por hablar algo de español y nosotros desempolvamos el francés que aprendimos en el instituto. Pero nos entendimos a la perfección. No hubo barreras idiomáticas. Todos, ellos y nosotros, hablamos la misma lengua.
Ahora, Moró espera a la delegación de Nay, que vendrá los días 23 y 24 de septiembre. Y luego habrá que poner en marcha muchos proyectos de todo tipo y potenciar que exista un constante intercambio de ideas y proyectos. ¿Por qué no potenciamos el aprendizaje del francés en nuestro pueblo? Es solo un ejemplo de lo mucho bueno que puede traer este hermanamiento.
Gracias al pueblo de Nay por sus muestras de cariño y respeto. Y de manera especial a su alcalde, a Bruno Bourdaa que, para nosotros, es ya un moronero más. ¡Gracias, de todo corazón! Gracias en mi nombre y en la de todo mi pueblo.
Sant Joan de Moró tiene un amigo en Europa. Tiene a Nay. Y Nay sabe que en Sant Joan de Moró tiene su embajada en España.
