Reclama que el pliego de prescripciones del nuevo contrato sea más severo, que la empresa adjudicataria tenga solvencia económica para que no vuelva a ocurrir una situación como esta
La limpieza de la cárcel de Albocàsser, desde hace 14 meses, está en manos de los propios internos que cumplen condena, de los guardias civiles allí destinados, y de los propios funcionarios de prisiones. Desde que en julio de 2021 comenzaron los impagos de salarios al personal de la empresa adjudicataria de la limpieza del Centro Penitenciario Castellón II, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, aún no ha renovado el contrato del servicio de limpieza, por lo que el problema sigue sin solucionarse tras más de un año.
Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), afirman que el trabajo de los funcionarios, internos y Guardia Civil, no es suficiente para mantener este centro penitenciario en perfectas condiciones. Hay determinadas áreas del centro penitenciario en las que los internos no pueden acceder por motivos de seguridad, por lo que no pueden realizar este servicio; la Guardia Civil, tiene como función principal la vigilancia del perímetro exterior; y los funcionarios, deben ocuparse de la vigilancia, la reeducación y la reinserción del interno. “Si tenemos que hacer las funciones por las que nos pagan, no podemos estar limpiando”, explican desde el CSIF.
Las instalaciones del Centro Penitenciario Castellón II, están activas y se utilizan las 24 horas del día durante todo el año, por lo que es necesario que se contrate un servicio de limpieza a diario. Actualmente, los funcionarios y la Guardia Civil están dejando de hacer el trabajo por el que se les paga para limpiar las instalaciones del centro, y de esta manera poder cumplir las mínimas medidas de higiene. “Nadie se imagina a una enfermera, un médico, o a cualquier otro profesional del ámbito sanitario limpiando los hospitales, lo que está ocurriendo aquí es insostenible”, explican desde el CSIF. Estás tareas de limpieza que realizan los trabajadores de forma extraordinaria, para poder hacerse con total seguridad, se llevan a cabo cuando los internos están en sus celdas.
En cuanto a los nuevos contratos que se han publicado para que una nueva empresa realice este servicio de limpieza, tienen un problema, y es que esta empresa nueva tendrá que hacerse cargo de la deuda que dejó la empresa anterior. “Es complicado que una empresa quiera hacerse cargo de una deuda que no es suya, y además, la adjudicación de los precios ronda la temeridad”, afirman desde la central sindical. Un aspecto que aún dificulta más que esta problemática se pueda solucionar a corto plazo.
Según el CSIF, el tema administrativo nunca les ha favorecido en este periodo. Para rescindir el contrato con la anterior empresa, hubo que esperar inexplicablemente nueve meses. Durante ese periodo, en el que el centro penitenciario seguía sin servicio, no se podía avanzar hasta encontrar una solución, porque seguía sin resolverse el contrato con la anterior empresa.
En cuanto a la situación actual, el nuevo contrato se acaba de publicar en la Plataforma de Contratación del Sector Público, y ahora se han abierto unos plazos para presentar ofertas. En el caso de que hubiera ofertas, que es el mayor problema porque no es fácil que lleguen, se procederá a estudiarlas para posteriormente formalizar el contrato. Añadir que, viendo los antecedentes con otras empresas que no eran solventes, ahora se han puesto unas condiciones más severas a la hora de proceder a la contratación de una nueva entidad. “Todo este proceso restante, son tres o cuatro meses más de espera”, añaden desde CSIF, tiempo que hay que sumar a los 14 meses que ya lleva el centro penitenciario de Albocàsser en esta difícil situación.
Se buscan empresas que no tengan problemas de liquidez, para que no vuelva a ocurrir una situación como esta. El CSIF explica: “Las instalaciones del centro son enormes, hablamos de muchos metros cuadrados, las empresas empiezan prestando el servicio 8 o 9 meses, y al poco tiempo, el primer paso que dan siempre es dejar de pagar ellos los productos de limpieza, y se los tiene que proporcionar el centro, y aun así, la empresa llega un momento que no cumple con sus obligaciones”. Esta secuencia de actos es lo que viene sucediendo tanto en este centro penitenciario como en otros centros del país.
Los precios de adjudicación rozan la temeridad, hay una licitación en torno a los 120.000 euros, que se adjudica por la mitad, y las empresas con ello pagan a los trabajadores, adquieren productos de limpieza, etc. El margen empresarial es tan reducido que llega un momento que no pueden pagar a sus trabajadores, y se crean situaciones como la que se vive actualmente en este lugar. “Se dan situaciones surrealistas, la última trabajadora que estuvo aquí, se hizo cargo del servicio de limpieza ella sola durante tres meses, con lo que significa mantener en condiciones unas instalaciones con tantos metros cuadrados”, cuentan desde el CSIF.
Hay que tener en cuenta el precio del transporte hasta el centro penitenciario, que son 65 km desde la capital; los productos de limpieza, que cada vez suben más de precio; la cantidad de personas trabajando, ya que al tener tantos metros cuadrados es necesario tener a cinco o seis empleados, etc. Todo esto suma, y las empresas de primeras hacen unas cuentas, pero la realidad es distinta, y lo primero que hace la empresa es dejar de pagar a sus trabajadores, y se desarrollan situaciones tan complicadas como la del Centro Penitenciario Castellón II.
Además, en relación con lo que está sucediendo, nace otro problema. Y es que las instalaciones, al no poder recibir el cuidado necesario, se van deteriorando, lo que significa que más adelante habrá que invertir una parte del presupuesto destinado a este centro a recuperar y reparar los desperfectos que se han ocasionado durante los últimos meses.
En cuanto a la solución a este problema, no existe ninguna a corto plazo, ya que hay que seguir los pasos administrativos comentados anteriormente. Pero para el CSIF, lo fundamental es evitar que este tipo de problemas vuelvan a ocurrir en un futuro: “Para no volver a esta situación, lo que vemos necesario es que el pliego de prescripciones del contrato sea más severo, que haya una solvencia económica y una solvencia técnica, ya que la última empresa ha tenido una deuda con la Seguridad Social de 400.000 euros. Hay que poner unas prescripciones más severas, para que no tengamos problemas y los contratos se cumplan”.
Por último, hemos podido saber que se han hecho propuestas desde CSIF para tener personal contratado en el Centro Penitenciario Castellón II, como ocurría algunos años atrás. Es decir, personal laboral contratado como empleado público, al que se le paga un sueldo mensual desde la administración pública. “Con el personal contratado, se garantizaría el servicio a diario, y además, se evitarían los vaivenes de una empresa externa y los problemas que le puedan surgir”, concluyen.
