Por fin se acabó. Creo que es uno de los veranos que más cansado he acabado del baile del mercado, sino el que más. Por fin ha llegado septiembre, y aunque todavía tuvimos actividad el primer día de este mes, los fichajes han concluido por unos meses, y creo que a todos nos vendrá bien el descanso y centrarnos, futbolísticamente hablando, en lo que concierne al Villarreal (y al filial, que no se nos olvide) en el césped, y no en los despachos.
Antes de dar mi punto de vista sobre estos meses en clave amarilla, repasemos cuáles han sido finalmente los movimientos que se han producido:
- Altas: Reina (portero), Morales (delantero), Lo Celso (centrocampista), Mojica (defensa) y Kiko Femenía (defensa).
- Bajas: Asenjo (portero), Mario Gaspar (defensa), Estupiñán (defensa), Paco Alcácer (delantero), Boulaye Dia (delantero), Peña (defensa), Moi Gómez (centrocampista), Aurier (defensa), Iborra (centrocampista) y Quintillà (defensa).
- Vuelven de cesión: Cuenca (defensa), Morlanes (centrocampista) y Baena (centrocampista).
Empecemos por las salidas. El adiós de Asenjo era algo que se veía venir, dado que Rulli le había ganado el puesto y su rendimiento no era, bajo mi punto de vista, el que una vez tuvo. Mario me sorprendió porque pensaba que cumpliría la totalidad de su contrato (concluía el año que viene), pero tampoco me disgusta su marcha; al igual que la de Peña, que no creo que acabara de encajar durante su estancia aquí. Estupiñán es el que ha dejado más dinero en las arcas (alrededor de veinte millones, si no me equivoco), y con un Pedraza titularísimo, y un Alberto Moreno que puede jugar en esa posición, era lógico pensar que él era quien podía tener más cartel para salir. El adiós de Moi me supo mal, porque considero que era un jugador muy válido y podría haber seguido aportando como hasta ahora, pero el míster imagino que tenía otros planes. Aurier cumplió para mí en los meses que estuvo, y yo me lo hubiera quedado, pero desde la cúpula amarilla no pensaron lo mismo. Iborra supongo que quería volver a casa, así que no tengo nada que reprocharle, ya que se ha dejado la piel por el equipo y vino en un momento de máxima dificultad para el Villarreal. Y Quintillà, bueno, nadie creo que contara con él a estas alturas.
Los delanteros creo que merecen capítulo aparte. Paco Alcácer y Boulaye Dia han sido dos fracasos. El español, movimiento de mercado más caro de la historia del club hasta que vino Danjuma, no ha estado a la altura durante la mayoría del tiempo que ha formado parte del Villarreal. Su marcha al Sharjah FC, club de los Emiratos Árabes Unidos, ha sido esperpéntica, quizá un reflejo de lo que ha sido su etapa aquí. No creo que nadie le eche de menos. Lo del senegalés ha sido un fracaso de Emery. Al igual que le reconozco muchos aciertos, y le debemos el ser el primer técnico de la historia del club que ha logrado un título, hay que también reconocer que también comete errores. El ariete fue petición expresa suya el año pasado, no barata precisamente, y no ha sabido sacarle rendimiento. Esperemos que en la Salernitana rinda, y el año que viene se le pueda vender por una cantidad que compense en parte el desembolso inicial por él.
Sobre las llegadas. Kiko por Mario me parece un movimiento correcto; Morales me encanta, y es uno de los grandes aciertos del mercado amarillo, porque puede aportar veteranía y calidad durante la temporada; Reina, en lo anímico, sobre el césped y en el vestuario, es un símbolo y servirá para hacer piña y unión en el equipo; Mojica me parece un buen reemplazo de Pervis y un buen sustituto de Pedraza para que descanse de vez en cuando; y, evidentemente, no necesito decir qué me parece que Lo Celso esté más tiempo con nosotros.
Mención propia para los chavales, Baena y Jackson, que han empezado como un tiro el año y son dos de las grandes esperanzas para esta temporada. Veremos qué rol acaba teniendo Morlanes, que pienso que puede servir para las rotaciones y espero que deje minutos de buen rendimiento cuando decida Emery usarle (si es que le da bola, claro). Y me alegro de tener a Cuenca para dar descanso a Pau de tanto en tanto.
Cierro mi columna con el gran melón, y mi gran fuente de hastío en estos meses: la desinformación en redes, personificada en el nombre que ha ido navegando por Internet, vinculado al Submarino: Cavani. El uruguayo ha acabado yendo a donde se le quería. En ningún momento ha sido voluntad del club ficharle, a pesar de que Emery le llamara y charlara un rato con él; creo que ha quedado patente cuándo el Villarreal ha querido a un jugador y cuándo no. Mojica lo fijó como objetivo, y aquí está; o el mismo Lo Celso, el gran deseo de la entidad. Sigo pensando que un nueve puro le vendría bien a este equipo, y Cavani me hubiese encantado que llegara. Pero creo que si algo podemos extraer de este mercado es de qué medios de comunicación y de qué periodistas (muy importante recalcar esto) hay que fiarse y hay que seguir, y a quiénes no, porque hay mucho listo suelto por los mundos extraños de las redes sociales, que se creen que serán los futuros ganadores del Pulitzer, o que son los nuevos Ibai o Rubius, cuando no pasan de “vendemotos” y oportunistas. Alguno se debería replantear su futuro, sinceramente. ¿Lo mejor? Vamos a tener dos semanas cargadas de fútbol del Villarreal, y en eso tenemos que centrarnos todos.
