Ha presentado un exhaustivo estudio sobre los problemas de la playa de Heliópolis y sus diferencias con las playas de la zona norte
La Asociación de vecinos de Benicàssim Sur ha presentado el estudio ‘Problemas que actualmente presenta la playa del Heliópolis de Benicàssim. Diferencias con las playas de la zona norte y análisis de sus causas’. El trabajo de investigación ha sido realizado por miembros de la asociación vecinal, como han explicado esta mañana el presidente de la entidad, Miguel Ángel Cerdán y Antonio Ramón, vocal de esta asociación.
En el estudio se analiza de forma pormenorizada, y a través de un exhaustivo trabajo, cómo se ha llegado hasta la actual deficiente situación de la playa más al sur del término que ya ha sido denunciada en reiteradas ocasiones. Desde la asociación piden un plan integral de las playas de Benicàssim y para ello, como ha explicado Cerdán “remitiremos este estudio a todos los grupos políticos del ayuntamiento para poder reunirnos con ellos, si puede ser con todos a la vez, para que todos juntos pidan a Costas que solucione este problema que venimos padeciendo desde hace años”. Y todo ello teniendo en cuenta que en esta zona de la localidad están empadronados 7.000 personas, lo que supone más de un tercio de todos los habitantes del municipio que ronda los 18.000.
Los principales problemas que presenta la playa de Heliópolis es la poca y deficiente arena que hay, los escalones que se crean y que pone en peligro a la gente más mayor o los más pequeños al entrar en determinados tramos de la playa porque enseguida cubre.
Como se explica en el estudio “a partir de los años 70 hay un decidido interés por aumentar la superficie de playa fina demandada por el turismo, cada vez más masificado. Como fruto empiezan las obras de defensa y regeneración del litoral, es decir los espigones. Esas actuaciones continuaron hasta mitad de la primera década del 2.000. Como consecuencia, el litoral de Benicàssim es el sector más artificial del litoral de la provincia de Castellón”.
En este sentido, aseguran que las obras de defensa, concretamente los espigones, así como las de regeneración “han conseguido una anchura aceptable con un promedio de uno 40 metros en todo el término, pero a costa de empeorar y perjudicar notablemente la playa del Heliópolis, que actualmente presenta una regresión más que apreciable, aguas turbias y arena gruesa, cosa que no sucedía antes de las citadas obras”.
Comparando las fotografías aéreas de 1945 y 2021 (que se muestran a continuación), se aprecia un crecimiento de las playas del norte y Els Terrers, mientras que las más meridionales de la zona sur de Heliópolis se han reducido apreciablemente en el mismo periodo, puesto que en 1945 presentaban en algunos tramos más de 70 metros de anchura.
En 2021 algunas zonas meridionales de Heliópolis han perdido 40 metros respecto a 1945. En 1945, cuando la intervención del hombre todavía no se había hecho notar, las playas del Norte y de la zona de Els Terrers presentaban una dinámica regresiva, debido a la que en esas zonas la incidencia de los vientos es muy oblicua. Por el contrario, en la playa del Heliópolis, con una incidencia más perpendicular a la costa, se acumulaban los sedimentos.
A continuación, dos imágenes de la playa Heliópolis en 1945 (izquierda) y 2021 (derecha).
Resultados del informe
Los resultados del estudio confirman que la playa de Heliópolis no solo se encuentra en peores condiciones que las de la zona Norte, sino que presenta una evolución negativa desde finales de los años 70, según afirman los autores de la investigación.
Y explican que las razones de ello se deben buscar, principalmente, en la intervención humana y, más concretamente, en las obras de defensa y regeneración ejecutadas durante decenios. Cada vez que se han construido espigones, las zonas situadas más al sur, a sotavento de la dirección neta de la deriva litoral, N-S, han resultado perjudicadas. Este hecho nos confirma que la dinámica erosiva, observada en muchos puntos de la zona del Heliópolis, es consecuencia, mayoritariamente, de cambios drásticos en los procesos de erosión/sedimentación provocados por la construcción indiscriminada de espigones.
Otras posibles causas, como son el cambio climático y/o la pérdida de las praderas de Posidonia, también podrían tener cierta relevancia, pero piensan que en mucha menor medida.
La secuencia, en apariencia poco planificada, con la que se llevaron a cabo las obras nos induce a pensar que, al menos inicialmente, no hubo un proyecto global para todo el litoral benicense, sino que, a medida que surgían los problemas de erosión, las administraciones fueron actuando. Las primeras obras, a comienzos de los 70, se realizaron con el único objetivo de recuperar y ampliar la playa perdida en la zona Norte, que en muchos puntos apenas existía. Los resultados fueron rápidos y efectivos, aumentando apreciablemente la anchura de la playa, sin embargo, no se previó que estas obras iban a afectar negativamente a la playa del Heliópolis, como así sucedió.
En consecuencia, los autores del estudio de la asociación Benicàssim Sur señalan que tienen suficientes fundamentos para concluir que la zona Sur ha resultado claramente perjudicada de las actuaciones realizadas desde los años 70 y que se iniciaron con la única intención de recuperar las playas del Norte. La playa del Heliópolis, con excepción de su zona más septentrional, disfrutaba de una playa muy amplia, de unos 70 m en promedio, por lo que, probablemente, no hubieran sido necesarias ni las obras ni la regeneración con arena de cantera de no haberse construido defensas más al norte. Por el contrario, las playas del Norte, con escasos metros de anchura en los años 70, actualmente presentan las mayores amplitudes del término, de unos 50 m en promedio, y gozan de una mejor salud.
Costas debe buscar las soluciones
Por último, explican que no es objetivo del informe presentar soluciones, ya que son los expertos quienes deberán aportarlas, pero sí que queremos realizar algunos comentarios al respecto. Desde que comenzaron los problemas de regresión en la zona, se han propuesto variadas soluciones. Así, a comienzos de los años 90, cuando los problemas comenzaron a ser muy apreciables, se planteó, incluso, la construcción de un enorme espigón de unos 400 m. Actualmente, sin embargo, cada vez más expertos en el tema se oponen a la construcción de las defensas tradicionales, ya que la consideran una medida obsoleta. Según su opinión no solo no aportan soluciones, sino que normalmente crean más problemas. No obstante, como también señalan otros expertos, la incertidumbre en la predicción de los resultados también se puede deber a la inexistencia de criterios de diseño válidos o a la aplicación de métodos trasferidos de otras partes del mundo, que no son adecuados para el Mediterráneo español. La construcción de otro tipo de defensas como diques exentos, desligados de la orilla, o de arrecifes artificiales que reduzcan la energía de las olas en determinados tramos podría ser una solución.
Por otro lado, la regeneración con aportación de arena tampoco parece ser una solución definitiva ya que, aunque a corto o medio plazo reduce los problemas, de no aplicarse otro tipo de medidas finalmente suele ser arrastrada por las corrientes. Debemos indicar, no obstante, que la aportación de arena, proveniente de zonas del término de Castellón donde se acumulaba excesivamente, ha mitigado los problemas en algunos puntos en los que la situación llegó a ser crítica. Podría ser, por tanto, una solución paliativa a aplicar en las zonas más perjudicadas a la espera de que se encuentre una solución definitiva.