Este fenómeno natural tiene la denominación de chapapote de monte y puede ser peligroso porque puede taponar cauces fluviales y acabar con la vida de peces y otras especies
Agua negra en el río Palancia a su paso por Bejís por el arrastre de la corriente de la ceniza tras las lluvias torrenciales en la comarca del Alto Palancia en la jornada de ayer, que también causó desperfectos en las localidades vecinas de Teresa y Toràs, donde se superaron los 40 l/m2 en menos de una hora.
El detalle que dejan los restos del incendio que asoló más de 20.000 héctareas en agosto es que el río se ha ensuciado de ceniza y las piedras también han quedado marcadas de color negro. Este fenómeno natural tiene la denominación de chapapote de monte y puede ser peligroso porque puede taponar cauces fluviales y acabar con la vida de peces y otras especies del ecosistema fluvial debido a su alta viscosidad.