Susana Ros. Diputada socialista por Castellón en el Congreso.
Una de las primeras medidas que tomó Rajoy nada más llegar a la Moncloa fue la congelación del salario mínimo. Ahora como colofón y para despedida del año lo vuelve hacer. En tres años sólo lo ha subido 4 euros. Los que menos tienen y cobran cada día peor.
Rajoy y el PP acaba su segundo año de gobierno con dos decisiones que vuelven a cargar sobre los hombros de los más débiles: congelación de salario y subida de la luz.
Y lo hace al mismo tiempo que proclama que de lo que se habla ahora en el mundo es de cómo de grande va a ser la recuperación que ya ha empezado en España gracias a sus reformas. ¿A quién quieren engañar? ¿Por qué no visita Rajoy una oficina del INEM como vendió en campaña electoral prometiendo que se acabaría el paro? Si hubiera recuperación no congelaría el salario mínimo y ya hubiera rebajado los impuestos que prometió cuando argumentó su subida aludiendo a que la crisis le obligaba.
Lo que sí que ha hecho el PP y Rajoy en 2 años es crear una Amnistía Fiscal para los grandes defraudadores y los delincuentes fiscales y pedir un rescate a Europa de 40.000 millones de euros para sanar a los bancos que estamos pagando todos los ciudadanos.
¿Y salvar a los ciudadanos? Recordar es también hacer justicia. Le pese a quien le pese. La mayor subida del salario mínimo fue durante los siete años de gobierno socialista que aumentó un 39%.
Pero también hay que recordar otras nefastas medidas del PP: no actualizar las pensiones y suspender el derecho a la revalorización en 2013; endurecer el acceso al subsidio de paro para los mayores de 55 años; imponer el copago farmacéutico hospitalario, aprobar una reforma de la administración local que recorta competencias para privatizarlas; una reforma energética para recaudar dinero con la consiguiente subida del recibo de la luz; aprobar una ley de educación en contra de todos que es un ataque a la igualdad y un retroceso a la equidad y calidad.
Este ha sido también el año en el que el apartado Bárcenas ha puesto en evidencia la financiación del PP. El caso más grave de corrupción política.
Y para las mujeres: más desigualdad. Una ley de interrupción del embarazo que nos retrae al posfranquismo.
Yo no les voté.