La Unió de Llauradors prevé una producción cercana a las 3.900 toneladas, una cifra muy inferior a las 7.700 toneladas recolectadas en el 2020
Los cultivos de la provincia de Castellón están pasando actualmente por una de las temporadas de menor producción de los últimos años, y la algarroba no será una excepción. Según las estimaciones de La Unió de Llauradors, se espera un ligero incremento respecto a la producción del pasado año, pero los números siguen estando muy por debajo de la media.
El año 2020, se recolectaron 7.700 toneladas de algarrobas en la provincia de Castellón, una cifra que puede considerarse como estándar en relación a la producción de los últimos años. El pasado 2021, la cantidad de algarrobas recogidas se redujo a la mitad, unas 3.600 toneladas, y para este año se espera una producción cercana a las 3.900 toneladas.
Pese a aumentar la cifra de toneladas respecto al año pasado, la provincia encara su segundo año consecutivo estando muy por debajo de la media en cuanto a producción de este fruto. Ferran Gregori, técnico de La Unió de Llauradors, apunta: “Pese a esta subida en comparación a 2021, aún estamos a más de un 40% por debajo de lo que podría ser una producción media”.
Ferran Gregori explica que en línea generales, el problema lo han tenido absolutamente todos los cultivos de la provincia de Castellón, el mejor ejemplo está en la aceituna, donde la producción se ha reducido casi un 90%, o la almendra, que ha sufrido unas pérdidas del 70%. “Estamos hablando de un año catastrófico para la agricultura, y la algarroba no es una excepción”, añade.
Los problemas que han sufrido los campos de algarrobos son los mismos que han tenido el resto de plantaciones, y es que las adversidades meteorológicas han sido la principal causa de ese descenso de la producción, que en el caso de la algarroba ya encadena su segundo año consecutivo. “Las lluvias de primavera perjudicaron mucho al fruto, y además, se produjeron episodios de heladas en algunas zonas, y la algarroba es uno de los productos más sensibles al frío”, declara el técnico de La Unió.
No obstante, desde La Unió de Llauradors, se lanza un mensaje de optimismo para la temporada que viene. “Actualmente ya se están trabajando las algarrobas que se recogerán el año que viene, y la primera impresión es que en 2023 podremos volver a tener una producción normal”, destaca Ferran Gregori.
Por otro lado, una de las problemáticas que ha sufrido este tipo de plantación han sido los robos en los campos de cultivo. “El robo de algarrobas siempre ha sido frecuente, es habitual todos los años y siempre lo denunciamos, pero estos dos últimos años el tema ha empeorado”, explica Ferran Gregori. “Esta temporada y la pasada, debido al aumento en los precios de venta, ya no se conforman con coger las algarrobas de los árboles abandonados, sino que directamente entran en las plantaciones”.
El técnico de La Unió de Llauradors comenta que los compradores de algarroba no miran la titularidad del fruto, es decir, el ‘documento data’, algo que tienen que tener por obligación todos los productores. Ferran Gregori explica que los centros de recepción de algarroba deberían exigir este documento, porque sino están dándole facilidades al ladrón. “Las algarrobas robadas no tienen el precio de mercado, se venden muy por debajo de este, y quien compra por este precioes evidente que sabe que son robadas”, concluye.
