Rafa Cerdá Torres. Abogado.
Unos días atrás comprobé que el antiguo presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, el muy mediático Miguel Ángel Revilla, acaba de publicar un libro cuyo título ni recuerdo, habida cuenta el nulo interés que me suscita el personaje. Lo realmente ilustrativo de esta anécdota "literaria", es como un atajo de personajes de todo pelaje político y desde una más que saneada cuenta corriente, se dedican a predicar allá en todo canal de televisión o emisora de radio que les llame, la forma que otearon todo el cataclismo económico y financiero que nos atenaza desde hace un lustro, y que los verdaderos culpables de todas nuestras desgracias pasadas y presentes recaen sobre una casta de políticos corruptos y banqueros estafadores. Es decir, ellos lo habían visto, ellos lo habían predicho y ellos sólo ellos pueden aportar el conjunto de soluciones para sacar a esta sociedad del pozo.
En cristiano: toda una serie de polítiquillos y opinadores de altos vuelos y baja estofa se dedican a categorizar sobre una crisis de la no tenían ni idea, ni supieron el modo de afrontarla en el momento que estalló, ni mucho menos supieron marcar una hoja de ruta para solventar las nefastas complicaciones sociales que llevamos padeciendo desde el año 2008. Justo antes del estallido de la crisis financiera del 2008 y justo después de su explosión, esos mismos que ahora se dedican a escribir panfletos contra el sistema, estuvieron callados como ladrillos o bien fueron barridos en las elecciones del año 2011, tales como el señor Revilla en Cantabria o el partido que militaba el señor Pedro Solbes en las Generales celebradas en noviembre de ese mismo año. Pedro Solbes, vicepresidente económico del Gobierno socialista surgido en las elecciones de marzo de 2008, se caracterizó por una nefasta negación de la realidad cuando la crisis empezaba a asomar las orejas de lobo negro. Y ahora pretende justificarse en otro libro al que no pienso ni acercarme, y que se publicó el pasado año 2013.
En este país todos sabemos de todo...a toro pasado, y mientras tanto, los sufridos contribuyentes nos vemos sometidos a un bombardeo de algunos creadores de opinión, quienes con un lenguaje lleno de populismo y cargado de alegatos contra el sistema, revestidos con buenísimas intenciones, esconden objetivos muy alejados de su buenista retórica . Ojo. Atención. Cuidado. El sistema político español necesita una profunda renovación, pero usando los mecanismos que la propia legalidad establece y concurriendo los consensos necesarios para asegurar una mínima estabilidad. Esos "genios" que hasta hace dos días, se nutrían de los mismos privilegios públicos que ahora atacan y que aplaudían a los dirigentes políticos que ahora rechazan, son los mismos que nada hicieron para evitar el desastre que ha impuesto la Crisis. Y por mucho que hablen o vociferen, nada es el crédito que yo les concedo.