Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
Hay que ser desalmados. Hay que ser cínicos, malas personas y ruines para establecer ese decreto 113/2013, para establecer esa normativa que pretende el copago en los centros de discapacitados y de ancianos que dependen de la Conselleria de Bienestar Social. Antes de hacer eso los responsables políticos de esa Conselleria, los diputados autonómicos que van a respaldar esa medida, si tuvieran un mínimo de humanidad y decencia, lo que tendrían que hacer es dimitir y marcharse a su casa. Porque no hay nada peor, no hay nada más ruin que cargar y castigar a los más débiles, a las personas que más necesitan la ayuda y la solidaridad de todas las demás.
Y es que la situación que deja la normativa que pretende establecer el gobierno del señor Alberto Fabra es dantesca, es dramática. Así por ejemplo, si no hay una pronta rectificación, los usuarios que ocupan plazas concertadas en los centros de día que la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzhéimer tiene en la provincia deberán pagar el doble de lo que abonan actualmente, y pasaran a pagar entre 400 y 800 euros al mes, una cantidad imposible para muchas familias de enfermos.
Al mismo tiempo, en Afanías se da el caso de una usuaria huérfana que pasará a pagar 1.084 euros al mes y que se plantea vender su casa para hacer frente al copago. Y en Aspropace la mayoría de los 125 usuarios de esta asociación de personas con parálisis cerebral se verán afectados, aunque los casos más sangrantes serán las veinte personas que ocupan una plaza en la residencia y que en muchos casos deberán pagar 200 euros más al mes; muchos de ellos apenas se quedarán con poco más de cien euros mensuales. Lo mismo podemos decir de Frater, así como de entre 1.500 y 2.000 ancianos que se encuentran en residencias públicas y concertadas de la provincia, y que tendrán que pagar 14 mensualidades en lugar de las 12 actuales.
No es extraño pues que se calcule que más de un 15 % de los discapacitados tendrán que abandonar las residencias de Castellón por el copago diseñado por la mal llamada Conselleria de Bienestar Social, un copago que es el más alto de España y, que a diferencia de Andalucía donde afecta al 25 % de la renta, afecta en nuestra Comunidad al 90 % de la capacidad económica del usuario.
Lo dicho. Hay que ser desalmados y malas personas. Y si no rectifican, ojalá algún día reciban tanto castigo como dolor provocan ahora.