Mañana se iniciarían los preparativos y el miércoles el desmantelamiento y el traslado. El ayuntamiento guarda silencio pero prohibe aparcar
La retirada de la Cruz del Ribalta es una noticia anunciada desde hace ya más de 4 años. Otra cosa es que las obras por fin puedan llevarse a cabo.
Según ha conocido Castellón Información a través de diversas fuentes, esa retirada estaría ya planteada, acordada y lista para su ejecución.
Los preparativos, mañana
Y según las mismas fuentes, los preparativos comenzarían a lo largo de la jornada de mañana, 3 de enero, con el vallado del entorno y la retirada de los bordillos del paseo para facilitar el acceso a los camiones y la disposición de los trabajos que se completarían a lo largo de la mañana del miércoles 4 de enero.
Castellón Información ha intentado confirmar esta información con el Ayuntamiento de Castelló, que hasta este momento no se ha pronunciado al respecto. Ahora bien, ya están situadas las señales de tráfico que prohiben el aparcamiento en las inmediaciones de la Cruz del Ribalta para los días 3 y 4 de enero.
Sin poder confirmar la información por fuentes municipales oficiales, este diario ha podido saber, que se habría montado un dispositivo de seguridad en el que se habría solicitado la ayuda del Cuerpo Nacional de Policía.
La retirada de la Cruz, el miércoles
En cuanto a los trabajos a realizar el miércoles, comenzarían con la creación de un armazón, para la protección de la cruz latina, que según los informes previos habría sufrido el paso del tiempo, con el fin de garantizar que no sufra daños en su retirada.
También será necesaria la presencia de un camión grúa para, una vez, cortada la base de la cruz, poder izarla y depositarla en otro camión que, a su vez, y en torno al mediodía, la desplazaría hasta el jardín de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en el barrio de Rafalafena de Castelló. Una vez en el punto de destino, la cruz sería instalada en el entorno de esta parroquia.
¿Por qué tanto secretismo?
Aunque el equipo de gobierno de Castelló ha señalado en numerosas ocasiones que la retirada de la Cruz de Ribalta no estaría acompañada de ningún tipo de secretismo, desde que se paralizara la retirada del monumento el pasado 3 de agosto, cada paso que se ha dado al respecto ha estado rodeado de la máxima prudencia.
Esto sería así porque, el ayuntamiento se ha encontrado problemas de todo tipo para llevar a cabo esta retirada. Las múltiples protestas realizadas por Abogados Cristianos, que se ha traducido también en recursos y demanda de cautelares. O incluso, la circunstancia de que la primera empresa que se hizo con la obra de la cruz se retirara el mismo día en que comenzaron los trabajos para ejecutar esta actuación, hicieron que la entidad municipal decidiera ‘por prudencia’, ocultar inicialmente qué empresas concurrían al concurso para el desarrollo de los trabajos. Y finalmente que, pese a la insistencia de los periodistas, poca o ninguna información e ha facilitado con respecto a las fechas en que se pretendía retirar la cruz más allá de que el monumento ya no estaría en el Parque Ribalta pasadas las fiestas de Navidad.
Ahora, cuando la Navidad ya se encuentra en su recta final no quedaban ya muchas oportunidades para cumplir con este anuncio.
Es de suponer, también, que el equipo de gobierno prefiera evitar la convocatoria de movilizaciones a favor o en contra de la cruz, como las que se realizaron el pasado 3 de agosto.
Desde Abogados Cristianos han vuelto a presentarse medidas cautelares para impedir el traslado de la Cruz del Ribalta.
Hasta el momento lo único que han conseguido es que los jueces protejan el monumento como elemento religioso. Una cruz latina que representaría la simbología religiosa de una gran parte de la población, pero no su emplazamiento.
Este fue, también, el origen del decreto municipal que ofreció a los diferentes líderes de las religiones presentes en Castelló, la acogida de esta cruz. Solo la católica se pronunció al respecto. Aunque como aclaró posteriormente el Obispado, con ello no daba el visto bueno a la retirada de la cruz latina del Parque del Ribalta, como intentó hacer ver el equipo de gobierno municipal. El Obispado lo que ha hecho es acoger la cruz, símbolo de la religión católica, junto a una de sus parroquias. De lo contrario la cruz se hubiera quedado desprotegida.
Cabe recordar, que cuando comenzaron las primeras gestiones municipales sobre la Cruz del Ribalta, a finales de la anterior legislatura, no estaba claro si se procedería a su traslado o a su demolición. Porque como ya indicó la concejal de se ocupaba de este tema, no se tenía claro el destino del monumento como no fuera “su traslado a un museo de los horrores”.
En el momento de completar esta noticia, el ayuntamiento sigue sin confirmar las fechas.
