Miguel Barrachina. Economista y vicepresidente del área económica de la Diputación de Castellón.
Si el pasado año fue de claro cambio de tendencia para nuestra provincia y para el conjunto nacional, 2014 es el determinante para Castellón.
El empleo, el corredor mediterráneo y el aeropuerto van a ser tres de los exponentes de la nueva fase en la que entra nuestra provincia. De hecho estas infraestructuras nos van a situar en otra división turística y comercial.
Por fin hay un Ministerio de Fomento receptivo con Castellón y el departamento que dirige Ana Pastor comenzó la semana pasada las obras ferroviarias del corredor mediterráneo entre Moncofar y Castellón con una inversión de 34,6 millones de euros.
A la fuerte inversión por parte del gobierno de España en la puesta en marcha del AVE hay que sumar la adjudicación y la próxima puesta en marcha del Aeropuerto de Castellón.
La adjudicación a un gestor aeroportuario para los próximos 20 años como Lavalin, empresa que gestiona otros 16, hace que Castellón deje de ser la única provincia costera de la Península que carece de esta instalación. El próximo verano abriremos la puerta que teníamos cerrada al 79% del turismo exterior, que viene en avión o no viene.
El corredor mediterráneo y el aeropuerto permitirán a la provincia ser un territorio más accesible, productivo y con mayores posibilidades de negocio.
Castellón aparecerá en mapas turísticos y de toma de decisión empresarial en los que, sencillamente, no existíamos por falta de infraestructuras.
Estas actuaciones, junto a las reformas económicas, van a generar empleo y afianzarán el cambio que ya se ha operado en el último año y que, incluso en el mal mes de enero, se observa que en el último año el número de parados se ha reducido en 4.039 personas, mientras que en los doce meses previos el paro creció en 4.334.
Incluso la cifra de afiliados a la Seguridad Social, ya arroja el positivo dato de un aumento de 1.087 cotizantes en el último año.
Y aunque no estemos para celebraciones sino para seguir profundizando en las saludables reformas, junto al empleo hay datos que avalan el nuevo crecimiento, como el aumento de las exportaciones, del número de turistas o las inversiones del exterior.
Estos cambios positivos, tras ocho años de improvisaciones, llegan también a quienes más lo necesitan y ya se ha reducido en un 15% los desahucios y 260.000 afectados por las preferentes, adquiridas en la etapa socialista, han recuperado ya 1.890 millones de euros.
Queda mucho por hacer pero indudablemente ya estamos en la senda.
