Todos sabían que ante el Cullera no iba a ser un partido fácil. El equipo valenciano le dio o tres embestidas al Castellón, avisándole de cuales eran sus intenciones desde el pitido inicial. Estuvo muy cerca de marcar y fue una lástima que lo hiciera en el minuto 93, sin tiempo para reaccionar. Sin tiempo para nada. Por eso los futbolistas no quieren que esa psicosis de los últimos minutos le pase factura, porque ya se llevan perdidos 16 puntos por goles encajados en el último cuarto de hora.
El Castellón regresará al trabajo este miércoles con la mente puesta en ganar el domingo en el campo del Ribarroja. Ese partido se ha calificado como clave después del tropiezo el pasado domingo ante el Cullera en Castalia. Lo bueno de la próxima cita es que ganando, independientemente de lo que hagan los otros equipos, la escuadra de la capital de la Plana saldrá de los puestos de descenso.
Por tal motivo, se va a preparar con mucha conciencia la cita del domingo. Ganar o ganar. Y mantener la concentración durante más de noventa minutos para que no suceda lo del pasado fin de semana. Se perdieron dos puntos de vital importancia en el tiempo de prolongación. Y en lo que va de temporada se han dejado de sumar 16 puntos, que se dice pronto, en el último cuarto del partido.
El domingo a las 12.00 horas tocará ganar en un campo donde los albinegros no conocen la victoria. Sus dos visitas, los dos últimos años, se saldaron con un empate y una derrota. No es un campo fácil el municipal de Riba-roja. Allí es espera un rival con muchos agobios, los mismos que los del Castellón por salir de ahí abajo.
Para esa cita los 'orelluts' cuentan con dos bajas seguras. La del sancionado Guille Vázquez. En un principio la vacante, en el eje de la zaga, la cubrirá el canterano Marc Trilles. La otra baja ya es conocida porque lleva catorce días en el dique seco, y es la del portero francés Álex Ruiz.
El equipo albinegro entrenará este miércoles en el campo Javier Marquina.