El president de la Generalitat ha inaugurado la feria esta feria donde ha avanzado una nueva propuesta para que las ayudas lleguen “lo antes posible” a la industria cerámica
Se levantó el talón de la 39 edición de la feria Cevisama en la que han asistido, entre otros, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent; así como el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí. Desde este lunes y hasta el 3 de marzo estarán las puertas abiertas a esta feria.
Más de 500 firmas, 80.000 metros cuadrados de exposición y unos cien ponentes expertos en arquitectura, diseño o construcción sostenible e industrializada esperan a los profesionales en esta cita del sector cerámico. Unas cifras que no alcanzan las de su anterior edición de febrero de 2020, que contó con 847 firmas expositoras y una superficie total de 126.000 metros cuadrados.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha trasladado al sector cerámico una nueva propuesta de ayuda económica consistente en destinar hasta 100 millones de euros en préstamos bonificados a un tipo de interés menor al actual de referencia.
Además, ha explicado que la propuesta de la Generalitat es poner a disposición del sector otros 50 millones de euros, que serán gestionados por el IVF, para conceder préstamos que contarían con un tramo no reembolsable del 5 %, en el caso de financiar capital circulante, y del 10 % para la financiación de operaciones de inversión.
El president ha indicado que el objetivo del Consell es que las ayudas lleguen “lo antes posible” a este sector industrial “estratégico” para la Comunitat Valenciana y para España, con el fin de dotarlo de la liquidez necesaria y seguir apoyando al que ha considerado como un sector “potente, vigoroso y resiliente”, capaz de superar la actual situación provocada por los costes energéticos.
Del mismo modo, ha mostrado su propósito de seguir trabajando para lograr una excepción en la aplicación de la normativa estatal y desbloquear la concesión de 450 millones de euros en ayudas directas, ya que la nueva Ley General de Subvenciones impide conceder ayudas a empresas que incumplan la ley de medidas de lucha contra la morosidad, que establece un plazo máximo de pago a proveedores de 60 días.
El president ha reclamado al Gobierno central “una respuesta adecuada en momentos difíciles” que permita agilizar la llegada de las ayudas al sector de la cerámica que “durante muchos años ha sido tabla de salvación de las exportaciones españolas”, ha manifestado.