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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

Aerocás adjudica oficialmente a SNC-Lavalín la gestión del Aeropuerto de Castellón

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   El Aeropuerto de Castellón ya tiene quien lo quiera y no solo quien le escriba. El Consejo de Administración de Aerocás, que preside José Ciscar, ha confirmado oficialmente esta tarde la concesión de explotación y gestión de las instalaciones a la empresa canadiense SNC-Lavalin Aéroports. Según el comunicado remitido por Aerocás, SNC-Lavalin Aéroports ha presentado una propuesta acorde con todas las condiciones exigidas por el pliego y prevé, entre otros conceptos, ingresos para la Generalitat cuando se alcance un tráfico de 1,2 millones de pasajeros anuales. El aeropuerto que comenzó a gestarse al final de la década de los 90 y debía haber comenzado a funcionar en el 2003, empieza a tener plazos claros para su entrada en servicio.

El Aeropuerto de Castellón ya tiene quien lo quiera, y mucho más que eso, quien lo gestione. El Consejo de Administración de Aerocás, reunido esta tarde en Castellón, ha dado luz verde a lo que ya se había anunciado a voces desde la semana pasada: la adjudicación de la gestión y explotación a la empresa canadiense: SNC-Lavalin Aèroports.Aeropuerto Castellón

Con ello se ha completado una primera fase administrativa, en la que están puestas ya todas las miradas, porque lejos de todas las críticas recibidas, el Aeropuerto de Castellón ha generado el suficiente interés como para que se presentaran hasta tres grupos para optar a su gestión. Y según el órgano de valoración, Lavalín tiene experiencia sobrada y además de haber puesto el dinero sobre la mesa, está dispuesta a cumplir con las exigencias de la Generalitat.

La confirmación de la concesión ha sido hecha pública por la Generalitat que apenas ha dado explicaciones sobre el plan de gestión de SNC- Lavalín, ni de lo que espera del Aeropuerto de Castellón, aparte de que sea rentable, funcione por días, y sea capaz de atender un tráfico turístico que la provincia presume que será más que positivo a medio y largo plazo.

Sobre la mesa quedan muchas preguntas, que inicialmente debía haber respondido el vicepresidente del Consell y presidente de Aerocas, José Ciscar, que anulaba esta tarde la rueda de prensa inicialmente convocada para ello.

Pero en su favor cabe reconocer, que  por esta vez la apuesta parece seria. Desde que la Generalitat se hizo cargo del Aeropuerto, al adquirir la mayor parte del accionariado de Aerocás (y con ello con costes), parece haber reconducido con éxito una situación que deberá completarse con la puesta en marcha del Aeropuerto. ¿Cuándo?. Pues de nuevo los plazos tampoco están claros. Lavalín tiene un plazo de cinco meses para hacerse cargo y poner a punto la instalación. La Generalitat tuvo que liquidar previamente los contratos y compromisos con la empresa originalmente concesionaria. Y para colmo de los colmos, contratar posteriormente otra empresa que completara todas las obras inacabadas o mal hechas.

Pero al final, parece ser que el aeropuerto sin aviones entrará en funcionamiento y Castellón podrá equipararse a las otras dos provincias de la Comunitat Valenciana.

¿Cómo empezó la odisea?

Aeropuerto de Castellón.
Aeropuerto de Castellón.

El  28 de abril de 1998 La Diputación Provincial de Castellón adjudicaba la asistencia técnica para la redacción del proyecto de construcción de instalaciones aeroportuarias; proyecto que aprobó en sesión plenaria  de 16 de noviembre de 1998. Se acogía  al artículo 43 de la Ley de 21 de Julio de 1960 de Navegación Aérea, que establecía que “las corporaciones locales podrán construir o participar en la construcción de los aeropuertos”.

Al amparo de esta normativa, la Diputación sacaba adelante el proyecto del Aeropuerto de Castellón, pero también  el Plan Especial que le permitía calificar los terrenos, ubicados entre los términos municipales de Benlloch y Vilanova d'Alcolea, y proceder a su expropiación

Pero si bien la Diputación podía solicitar la construcción del aeropuerto y reserva de los terrenos, también estaba sujeta a otras normativas que limitaban sus competencias. La más básica de todas, la Constitución,  que establece que es competencia exclusiva del Estado la relativa a los «aeropuertos de interés general», así como también el «control del espacio aéreo» y el «tránsito y transporte aéreo». El Plan Especial, de hecho, también se aprobaba, pero como un formulismo legal para la reserva de los terrenos con unos fines concretos, porque tanto la construcción el Aeropuerto como su puesta en servicio, dependían directamente del  Estado y de la Dirección General de Aviación Civil.

Desde entonces y hasta ahora, el Aeropuerto ha pasado por todas las etapas posibles e imaginables.

Como el aeropuerto de Ciudad Real, se planteó en un momento en el que las condiciones económicas permitían planteamientos ahora insospechados.

El Aeropuerto de Ciudad Real, arropado por el Psoe y criticado por el PP. El de Castellón, promovido por el PP y cuestionado hasta la saciedad por el Psoe. El de Ciudad Real fue promovido por el sector privado, para hacer frente a los múltiples problemas que planteaba un Barajas saturado. La alternativa era positiva por la distancia con la capital del Estado, con estación de AVE propia.

El de Castellón fue promovido por la Diputación, para promover la explotación turística, fundamentalmente en el norte y centro de la provincia de Castellón.

Y como en el Aeropuerto de Ciudad Real, en Castellón los problemas de impacto ambiental fueron una pesadilla increíble para sus ejecutores. En Castellón fue el ‘Aguilucho Cenizo; allí una cepa milagrosa e intocable.

Las condiciones de protección ambiental obligaron en Castellón  a paralizar las obras una y otra vez; para no dañar la nidación del  ‘aguilucho cenizo’ cuando al pobre ave ya no le quedaba ni sitio donde anidar..

Fue paralizado también por denuncias ecologistas, por el Estado. Fue la piedra de tiro de toque y descalabro, que enfrentó a la Diputación con el Ministerio de Fomento. Fue objeto de burla nacional, promovido incluso por políticos de Castellón, propiciada, también es cierto,  por un presidente de la Generalitat y de un presidente de la Diputación que se resistieron hasta el final a no inaugurar antes de elecciones la obra que tanto estaba costando: el aeropuerto sin aviones.

Ahora el Aeropuerto ya tiene quien lo quiera, SNC-Lavalin Aèroports, de quien se espera que sea capaz de ponerlo en servicio cuanto antes.- EM.