José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
La peculiar ministra de Fomento con el Gobierno del denostado Zapatero en su primera andadura hasta el año 2009, dicharachera, con acento, con gracejo, de izquierdas pero con patrimonio, varias casas y pisos, que nos regaló joyas impagables en sus comparecencias públicas inmortalizadas en ‘You Tube’, al que recomiendo acudir.
Aún resuena en el Congreso la afirmación que lanzó al mundo en su comparecencia con motivo del trágico accidente del avión de Spanair en el aeropuerto de Barajas: "Es que el aeropuerto de Madrid es muy grande".
Ella que fue consejera de Economía en la Junta de Andalucía, al parecer territorio comanche, donde todo valía para conseguir ese oro que manaba a borbotones de los tan traídos y llevados ERE, al que dieron cobertura legal, con uso del fondo de reptiles, culebras, alimañas y vete tú a saber qué más. Esa Magdalena Álvarez a la que no se sabe muy bien por qué le dieron el puesto de vicepresidenta en el Banco Europeo de Inversiones en representación de España y que tocaba al PSOE, está imputada.
Lo está en toda regla, con auto judicial en la que se le pide que aporte 29,5 millones de euros (casi 5.000.000.000 millones de pesetas) como fianza por ser la responsable de haber creado el mecanismo legal mediante el que fue posible este desaguisado.
Pero traerla a colación no lo es por lo dicho anteriormente sobradamente conocido por lo profuso de la información que estos días hay al respecto, sino por el rasgarse todos las vestiduras al conocerse su retribución de más de 22.000 euros brutos al mes.
Las vestiduras nos las debemos rasgar porque no deja su puesto en el BEI, por las declaraciones de su partido, no por su sueldo, pues no nos quedaría ya ropa en el armario de tanto rasgar. Es sobradamente conocido que los sectores económicos regulados, es decir, aquellos que por su incidencia en la economía el gobierno puede marcar pautas e introducir tasas y recargos, como energías y comunicaciones, sus dirigentes y por razones obvias quieren consejeros ‘independientes’, ex líderes de los dos partidos mayoritarios para que sus intereses sean escuchados y atendidos. Lo que vienen a cobrar por estos trabajos, que no les supone una dedicación excesiva en general, oscila entre los 150 y 300 mil euros al año, que dividido por doce meses viene a salir lo que cobra doña Magdalena Álvarez. Felipe González, José María Aznar, Boyer, Solbes, Elena Salgado.... son algunos nombres conocidos de esta peculiar lista.
Con tanto imputado y teniendo a la vista elecciones, los políticos se ponen nerviosos, se preguntan por su futuro, porque una cosa es nadar y otra guardar la ropa. Nadie se acuerda de un político cuando ya no gobierna y ellos lo saben y buscan ese retiro dorado, que anhelan, les ofrezca la empresa privada o procuran en la cuota que les corresponde, su partido. Nos guste o no es propio de la naturaleza humana y las sociedades modernas lo regulan para que tengan salidas cuando acaben, lo que evita comportamientos inapropiados. A tomar nota