La polémica entre el presidente de la Junta de Fiestas y la Prensa, sigue con las espadas en alto. Hoy era el fotógrafo de Levante el que tenía problemas. Le negaban la entrada en el recinto de mascletaes. Y es que, dijeron, no tenía ‘acreditación de prensa’ ¿Cuál es la acreditación válida?. ¿La que daba el registro de periodistas del Gobierno Civil en la dictadura?. Este profesional lleva más de diez años trabajando como fotógrafo de prensa. Pero hoy ‘no lo conocían’.
EM-Castellón Información
¿Qué tiene el presidente de la Junta de Fiestas contra la prensa?. Ayer, de buenas a primeras, prohibía la entrada a la prensa que solo quería poder trabajar. Tras la intervención del concejal de Fiestas, el problema se arregló, pero solo de forma puntual.
Porque hoy el problema ha sido para el fotógrafo de Levante, Pau Bellido, al que le negaban la entrada en el recinto de mascletaes. Es un profesional de toda la vida, que trabaja desde hace muchos años para Medios de comunicación y de sobras conocido por su trabajo en Castellón. Pero hoy le cerraban el paso porque no llevaba acreditación de prensa, no le conocían.
La Junta de Fiestas no había establecido un protocolo previo
Para empezar la Junta de Fiestas, no ha establecido previamente ningún mecanismo para poder trabajar en la cobertura de las fiestas. Por otra ¿Qué carnet de prensa sirve en este caso?.
El registro obligado en la dictadura
En otras épocas de control, llámese dictadura, los periodistas para poder trabajar tenían que inscribirse en un Registro Oficial, y se les daba un carnet de prensa que los acreditaba. Era la mejor forma del poder para controlar a los profesionales.
Pero con la democracia, el Registro Obligatorio de Periodistas no existe. Carnet oficial, tampoco. Los periodistas asociados a la Federación de la Asociación de la Prensa, tienen el carnet que les remite esta asociación cuando se asocian. Pero no deja de ser un carnet de una asociación profesional particular; porque la FAPE es de asociación libre, si quieres te asocias y si no, no, pero sigues siendo periodista igualmente. Y ellos, a su vez, solo reconocen a aquellos que tienen una titulación prensa. La mayor parte de los fotógrafos, se quedan fuera. Y en esta profesión, el título sigue sin ser necesario para poder trabajar en los medios de comunicación.
Los medios ya no dan carnets de prensa
Otra alternativa pasaría porque los medios de comunicación acreditaran a sus profesionales con un carnet que los identifique. Pero en estos tiempos, tal como está la profesión, y en Castellón, prácticamente ya no se hace.
Cuando se realizan actos en los que se exige acreditación, El organismo que organiza el evento lo solicita previamente. Y entonces los medios inscriben a sus profesionales, enviando sus datos, o los freelance (profesionales que trabajan por libre), se acreditan por sí mismos.
Pero la Junta de Fiestas, no pide acreditaciones previas a los medios de comunicación para poder cubrir las fiestas. Castellón Información remitió un mensaje a la Junta de Fiestas preguntando si había que acreditarse o qué tipo de acreditación se necesitaba. No hubo respuesta.
Si la Junta de Fiestas, después de tantos años, ignora la realidad, o se quedó anclada en la época franquista del registro de periodistas, demuestra que tienen un grave problema, de comunicación. Sobre todo un grave problema de comunicación con los medios de comunicación. ¿De qué sirve todo el esfuerzo del Ayuntamiento para potenciar las fiestas internacionalmente, si a los periodistas no se les deja trabajar o se pone todo tipo de dificultades para realizar su trabajo?.
La Junta de Fiestas, además de realizar un gran trabajo con la elaboración del programa, que este medio no pone en duda, debería saber que, sin una cobertura mediática adecuada, lo que no se ve, no existe.
Mascletá de Martí de Burriana
Por cierto, la mascletá de Martí de Burriana fue del todo espectacular. A ver quién da más. Inicio aéreo, silbantes, tronadores, carcasas que marcaron un ritmo desde el suelo, mientras los disparos aéreros seguían dibujando el cielo. Varios prefinales, con un terremoto atronador, y traca aérea para acabar con un efecto innovador: carcasas en un ritmo trepidante encadenados, para finalizar con una gran explosión final. El público se entusiasmó.
