La lluvia no pudo con las fiestas de Sant Joan de Moró la noche del pasado jueves. Minutos antes de iniciar el reparto del monumental -y tradicional- ‘tombet de bou’ se desató una breve pero intensa tormenta de verano que obligó a los vecinos que se habían reunido en la playa del Ayuntamiento a buscar refugio por las precipitaciones que, en algunos momentos, llegaron a ser torrenciales.
Agua, truenos y relámpagos inundaron la noche de fiestas, pero pocos minutos después, los moroneros volvieron a hacer cola para recoger su plato de ‘tombet de bou’ y disfrutar en hermandad de una noche de fiestas que continuó con absoluta normalidad y estuvo amenizada por la música de la orquesta Montecristo. En total, se sirvieron cerca de 2.000 raciones para las que se utilizaron 400 kilos de carne de toro, 350 kilos de patatas, 80 kilos de cebollas y 50 de zanahorias.
Ahora. Moró tiene por delante un intenso fin de semana en el que los toros tendrán un protagonismo muy especial. El punto final a esta multitudinaria celebración popular tendrá lugar la noche del domingo, con un espectacular ‘correfocs’ que anunciará a todos los vecinos el final de sus fiestas patronales.