Miles de personas, de todas las edades, han disfrutado esta tarde del Coso Multicolor, acto central del jueves de Magdalena. El desfile de carrozas se realizó en la avenida del Rey con unas medidas extremas de seguridad para evitar incidentes. 9.000 kilos de confeti vistieron una fiesta que dejó medio Castellón cubierto de papelitos de mil colores.
Esperanza Molina
El Coso Multicolor, acto principal del Jueves de Magdalena, se ha desarrollado ‘con normalidad’ y con la participación de miles de personas de todas las edades, la mayoría niños.
Como es tradicional, el desfile se realizó en la parte norte de la Avenida del Rey, en un circuito cerrado por vallas para evitar accidentes y que los niños se echaran encima de las carrozas.
Sin embargo el circuito resultó pequeño para albergar a un público multitudinario que abarrotaba la avenida desde el cruce con Zaragoza y Colon. Desde allí no se podía acceder apenas, y los que no veían la señalización del circuito se quedaron despagados, cuando descubrieron que se encontraban a muchos metros de la procesión de carrozas, que giraban dos calles más arriba.
Aún así, el Coso volvió a convertirse en uno de los eventos más deseados y más divertidos.
Se repartieron 9.000 kilos de confeti, entre las carrozas y en los espacios de público. Las carrozas d comenzaron a desfilar poco después de las cinco, y enseguida comenzó una verdadera batalla, de la que apenas se libró nadie. Papelitos por la cabeza, entre la ropa, por los zapatos… los niños registraban el suelo para amontonar confeti y relanzarlo de nuevo.
En las carrozas, las Comisiones y las reinas y damas, fueron de lo más participativo. Las caras de protocolo apenas duraron diez minutos, lo suficiente para que alguien lanzara el primer puñado de confeti. Y ya no hubo quien se resistiera, dentro y fuera del recinto.
Según Arturo Casanova, de la Junta de Fiestas, el Coso Multicolor es un acto que produce mucho ‘respeto en la junta’, porque es casi imposible controlar la avalancha de gente que se concentra y que se echa encima de las carrozas y hasta por debajo de las ruedas.
El año pasado la Junta ya decidió adoptar medidas como el vallado que rodea el circuito y obliga al público a mantenerse detrás. Pero además, cada carroza llevaba consigo un mínimo de cuatro personas que velaban tanto por la seguridad de las niñas en sus carrozas, como para haber intervenido si alguien se hubiera saltado la seguridad.
Arturo Casanova señalaba, que se ha contado con más de 22 personas de seguridad dentro del recinto, además de los miembros de las comisiones.
Han desfilado 22 carrozas, 19 de las gaiatas de sector, y dos para las reinas y las damas de la ciudad.
Al final, indicaba Casanova, “el público lo entiende, participa y colabora, y entre todos hemos conseguido tener un coso Multicolor tan divertido como siempre pero mucho más seguro”.
Las carrozas dieron varias vueltas al circuito. Para entonces todo el mundo comía confeti, y los accesos a la avenida del Rey estaban completamente abarrotados.
Pero no eran solo los niños los protagonistas. Estaban sus padres que los animaban y jugaban con ellos; y pandillas de jóvenes, que también utilizaban el confeti como arma arrojadiza.
Castellón quedo cubierto de papelitos… con sabor a fiesta.