Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Esta periodista siempre me había parecido ecuánime y objetiva en cuantas columnas de opinión suyas había leído, y en cuantas tertulias la escuchaba.
Hace unos años publicó dos libros controvertidos pero que despertaron interés en la opinión pública de los españoles y relativos a la Casa Real, como fueron La Reina de cerca (2008) y El precio del trono (2011).
El primero de ellos fue remitido a la Casa Real antes de publicarse según se dijo, e incluso así levantó algunas ampollas.
El segundo aseguraría que no, y por eso los roces se multiplicaron e incluso algunos de sus contenidos fueron desmentidos directa o indirectamente por la Casa del Rey.
Pero aparentemente fueron unos éxitos editoriales importantes, y por eso con exactamente la misma periodicidad trienal, la brillante periodista a anunciado a bombo y platillo la edición de su nuevo libro, La Gran Desmemoria: Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar.
No voy a opinar del libro, entre cosas porque no lo he leído ya que no saldrá al mercado hasta mediados de Abril, pero si voy a permitirme aportar la extemporaneidad para su publicación, esperando la desaparición de Suárez y estando todavía vivo el Rey.
Parece que es un libro basado en los sucesos del 23F, y presentado desde la óptica de Suárez, que se avino a explicarle a la periodista una serie de detalles, que desconocíamos los españoles, y ella pudo conocer de boca del Primer Presidente del Gobierno de la España Democrática.
A partir de ahí, cada uno va a utilizar el argumento del libro de acuerdo con sus convicciones o conveniencias políticas, pero ya será absolutamente imposible conocer la GRAN VERDAD, confirmada por quienes formaron parte de aquella operación, porque quien podría defender lo que presuntamente presentará Pilar Urbano, ya no está entre nosotros, y quienes participaron activamente en la misma, nunca reconocerán que lo hicieron, como no lo reconocieron inmediatamente después de llevarse a cabo el 23F.
Para la Historia, el 23F quedará como un ataque involucionista orquestado por un viejo General que tomó las calles de Valencia (Milans del Bosch), un Teniente Coronel desorientado por las instrucciones de sus superiores, que al final no llegaron a las Cortes ocupadas por él (Tejero) para encauzar la situación y al que se le llamaba el Elefante Blanco, y otro General (Armada) que supuestamente se presentó como tal, sin ser reconocido por el oficial al mando de las tropas de ocupación del congreso.
Y como salvador de la situación y gran defensor de la Democracia Española, el Rey D. Juan Carlos que con su intervención en Televisión Española, y con sus instrucciones a los Generales que continuaron gestionando el Estado Mayor del Ejercito y la valiosa colaboración de un Gobierno Provisional de Subsecretarios (los Ministros y su Presidente estaban retenidos en el Congreso) fueron recomponiendo el rompecabezas poco a poco y consiguieron salvar la situación sin derramamiento de sangre.
Ya entonces se habló de la conjura orquestada semanas antes cerca de los Pirineos, con la presencia de una serie de personajes, como Mújica y Armada en representación del PSOE y del Ejercito, para articular un Gobierno de Concentración compuesto por destacas figuras de todo el arco parlamentario de izquierdas y derechas y Presidido o bien por Armada o bien por Felipe, ya que Suárez estaba considerado como un político amortizado.
En mi opinión nunca se sabrá TODA LA VERDAD, como tampoco sabremos la del 11M, y por idénticas razones.
En los dos casos, había y hay políticos implicados que todavía tienen un peso especifico importante en estos momentos, y serán ellos los que se ocupen de echar tierra sobre el asunto, y al igual que ocurre ahora con el 23F, dentro de bastantes años, cuando ellos hayan desaparecido, alguien escribirá novelando las memorias de quienes sabían y saben la verdad, pero arrimando el ascua a su sardina.
Las verdades que no se descubren en el momento de suceder los acontecimientos o en un lapso corto de tiempo, o no se aclaran nunca, o se diluyen en la diversidad de las opiniones o explicaciones de quienes tienen intereses políticos contrapuestos.
Por eso soy de la opinión de que este libro sólo va a servir para llenarle los bolsillos a su autora y a la editorial, y va a ser un arma arrojadiza en manos de los republicanos de todo pelaje, para atacar a una Monarquía débil y deteriorada, por las andanzas del Rey, por las corrupciones de su entorno inmediato, y por la indecisión en renunciar a la Corona D. Juan Carlos I abdicando a favor de su hijo, un Príncipe de momento impoluto y a salvo de cualquier ataque, que no sea malintencionado.
Lo siento Pilar Urbano, pero aún siendo ciertas las opiniones vertidas en su libro (lo cual habría que demostrar) no hubiera sido posible lanzar un torpedo de mayor profundidad contra la Corona, que el libro que va a aparecer en el mercado en pocos días.
Me cuidaré mucho de defender al Rey, que me presenta tantas dudas como puede presentarle a usted, pero no dudaré en defender a la Corona como institución en estos momentos, porque la alternativa no me ofrece ninguna garantía.
Y España en estos momentos, no está para este tipo de convulsiones que solo pueden llevarnos a la anarquía y a una miseria, de la que estamos saliendo con dificultades, pero generadas por los de siempre, que serían los beneficiarios de esa situación.
