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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 11:04

La producción de clementinas en Castellón bajará un 13 % por la caída de la fruta tras el cuajado

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El aforo de la campaña 2023-2024 de la Conselleria alerta de un aumento de campos abandonados

La producción de clementinas en la provincia de Castelló bajará un 13,2 % en la campaña 2023-2024 debido especialmente a la caída de la  fruta registrada tras el cuajado, una circunstancia generada por los episodios meteorológicos extremos, entre otras otras causas. La clementina representa el 62 % de la cosecha de cítricos en Castelló, según el aforo de la Conselleria de Agricultura.

El informe, al que ha tenido acceso Castellón Información, prevé en Castellón una producción de clementinas de 362.816 toneladas, 55.001 menos que en el ejercicio 2022-2023. El conjunto de la cosecha citrícola en la provincia registrará un descenso de un 7,8 %, con 50.885 toneladas menos. Se situará en las 578.823 toneladas, frente a las 627.538 de 2022-2023. Se trata de la quinta temporada que el sector registra una producción por debajo de la media, tal como advirtió la Unió de la Llauradora. Al respecto, la Conselleria indica que el grueso de la producción corresponde a las clementinas y subraya una bajada significativa en las clementinas de media temporada por la caída de la variedad de la clemenules, “debido a la caída de fruta tras el cuajado”, situándose a niveles de 2021-2022.

La menor producción de clemenules, añade el informe, se debe a las elevadas temperaturas registradas en primavera, los episodios abundantes de lluvias desde mitad de mayo, las precipitaciones de junio y julio acompañados de pedriscos, la incidencia de la fauna (jabalís) en los campos, el abandono de algunas plantaciones han influido en la producción. De hecho, subraya un incremento de parcelas en mal estado, abandonadas o en proceso de semiabandono.

Fuente: Conselleria de Agricultura.

Las menores perspectivas de fruta en la Comunitat Valenciana y la incidencia de la sequía en otras zonas productoras, en cambio, han anticipado el arranque de la campaña con variedades tempranas respecto a las previas. Así, ya se realizaron compras de satsumas (Clausellina/Okitsu e Iwasaki), clementinas (Arrufatina, Clemenrubí, Clemenules, Esbal, Marisol y Oronules) y Navelinas.

Balance en 2022-2023

El balance final de la cosecha citrícola de la campaña 2022/2023, expone la Conselleria,  situó la  producción de la Comunitat Valenciana en 2.907.509 toneladas, un 2,9% inferior al primer aforo que se realizó en septiembre de 2022, un 11 % menos respecto a la campaña anterior, un 17 % en cuanto a la de hace dos y un 14 % inferior a la media de las últimas cinco campañas. Valencia concentró el 59 % de la producción, Castellón el 21 % con 627.538 toneladas, y Alicante, el 19 % con 562.584 toneladas (el 19,3%). En general, la campaña 2022/2023 se caracterizó por una importante caída de la producción, lo que hizo que se buscara la fruta y los precios pagados a los citricultores fueran mayores. A ello se unió una menor demanda debido, en parte, a la inflación y al menor consumo de esta fruta desplazada por otros productos.

En principio, se esperaba una cosecha citrícola mayor pero la meteorología de la primavera incidió en la floración y cuajado de los frutos (lluvias, heladas, pedriscos y vientos) reduciendo las previsiones. Posteriormente, el calor estival aumentó las necesidades de riego, observándose en algunas variedades tempranas falta de calibre en la fruta. En noviembre, el temporal de lluvias torrenciales de los días 11 y 12 incidieron en el cultivo de cítricos en Castelló y Valencia malogrando parte de la cosecha.

Aforo autonómico

A nivel autonómico, el aforo de la Conselleria prevé una reducción de 109.479 toneladas de cítricos, un -3,8%. A ello ha incidido la combinación de elevadas temperaturas primaverales y elevadas humedades (debido a las lluvias acontecidas en mayo y junio) y el debilitamiento que arrastraban los árboles incidieron en el cuajado de la fruta siendo la “porgà” de la misma muy elevada. Posteriormente, el calor estival ha aumentado las necesidades de riego, observándose en el momento de la realización del aforo, árboles con enrollamiento de hojas y color amarillento, así como campos de naranjas con fruta “aperada”. Por otra parte, se ha observado que la incidencia del Delottococus aberiae en la fruta es menor. Aunque se ha extendido a plantaciones de Alicante y en los campos continúa presente dicha plaga, la afección es menor debido a la eficacia de los tratamientos realizados y los mecanismos de control aplicados.

En cuanto a la superficie de cultivo, la Conselleria señala una reducción de cultivos en mandarinas, naranjas y limones, siendo la mayor en los pequeños frutos en Castellón y Valencia. Por su parte, el área dedicada a las naranjas aumenta en Alicante y Castellón y disminuye en Valencia.

Información del Ministerio de Agricultura

El aforo de cítricos elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación arroja una previsión de producción de 5,754 millones de toneladas para la campaña 2023/2024, iniciada el pasado 1 de septiembre. El dato, obtenido a partir de la información que facilitan las principales comunidades autónomas productoras, suponen globalmente un incremento del 0,4% sobre la campaña pasada, pero un 14,4% por debajo de la media de los últimos cinco años. Será la segunda cosecha más corta de los últimos 11 años, tras la de la campaña pasada.

La sequía y las extremas condiciones climáticas registradas este año han sido decisivas en este volumen de producción, fundamentalmente por la falta de disponibilidades hídricas, las anormales altas temperaturas registradas durante las fases de floración y cuajado del fruto, y por las olas de calor en estadios posteriores que han requerido de restricciones al riego en algunas regiones.

Por producto, se producirían 2,643 millones de toneladas de naranjas, lo que supone el 8,2 % menos que la campaña pasada y casi un 24 % por debajo de la media de las últimas cinco, lo que redunda en el descenso ya producido el año pasado.

La naranja será, como es habitual, el cítrico de mayor producción, con 45,9 % del total, si bien perdería casi seis puntos de representatividad respecto a la media. El 72 % de las naranjas corresponderán al grupo navel. La producción de pequeños cítricos se elevará a 1,853 millones de toneladas, una cantidad prácticamente igual a la de la pasada campaña, pero un 12,7 % por debajo de la media de las últimas cinco. Este producto supondría el 32,2 % del total cítricos. Las satsumas representarían el 4,3 % de este grupo, las clementinas el 54 % y el resto de mandarinas e híbridos el 41,7%.

Por el contrario, se estima que la producción de limones, después del bajón productivo de la campaña pasada, se recuperará y alcanzará 1.167.444 toneladas, lo que supondría un récord productivo. Este dato supone un 28 % más que la cosecha pasada y un 13 % por encima de la media de los últimos cinco años.

En el caso del pomelo, con una previsión de 79.582 toneladas, también se obtendría una cosecha mayor que la pasada (+2 %) y que la media (+2,4 %), aunque el aumento sería más moderado.

Estos datos han sido trasladados este viernes a los representantes del sector en el transcurso de una reunión de la mesa sectorial presidida por la directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana.