Las líneas generales se basan en bajar la presión fiscal y mejorar los servicios, pero también en congelar el gasto de personal y reducir el ‘no comprometido’
El equipo de gobierno de Castelló tiene la intención de aprobar su presupuesto de 2024 en un pleno extraordinario el 15 de septiembre. Para ello, cada departamento ha recibido ya las pautas generales que afectarán a su propia contabilidad, y que se basan en: bajar la presión fiscal y mejorar los servicios. Pero a la vez, congelar el gasto de personal y reducir los ‘gastos corrientes no comprometidos’.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló trabaja ya en la gestión de los próximos presupuestos municipales, con la intención de que puedan entrar en vigor a mediados del próximo mes de enero.
Así está contemplado en las instrucciones que se han suministrado a los diferentes departamentos municipales. Cada uno de ellos deberá establecer sus previsiones de gasto para el próximo año, de forma que, el documento definitivo pueda ser elaborado durante la primera quincena de noviembre, y aprobado el 28 de noviembre en Junta de Gobierno Local.
Según estas pautas, y si se cumplen los plazos programados, la aprobación del presupuesto del 2024 sería presentada a un pleno extraordinario el 15 de diciembre. Con el respaldo del pleno, el documento sería publicado en el BOP y expuesto al público y, de no presentarse alegaciones, entraría en vigor el 15 de enero.
Si se ingresa menos habrá que gastar menos
Ahora bien, para llegar a la elaboración del presupuesto de las cuentas municipales, el trabajo va a ser intenso. Sobre todo, porque el equipo de gobierno está decidido a mantener su promesa de reducir la presión fiscal en el bolsillo de los ciudadanos. Y el problema es que aquí no caben especulaciones, si se ingresa menos también habrá que gastar menor.
De esta manera, esas instrucciones generales que deberán cumplir todos los departamentos tienen trazadas unas líneas fundamentales que pasan por: bajar la presión fiscal, pero mejorar los servicios públicos, especialmente en limpieza y seguridad de la ciudad y los servicios sociales.
Como aquí no se pueden sacar conejos de la chistera y el dinero no se fabrica de la nada, el presupuesto tendrá también que introducir recortes o establecer un control riguroso del gasto.
Según ha podido saber Castellón Información, esos ‘controles’ se aplicarán fundamentalmente en dos capítulos: el de Personal y el de Gastos Corrientes. Cabe recordar, que intervenir en otros capítulos puede ser muy complicado, ya que hay inversiones comprometidas de años anteriores, que en principio serían intocables.
Control de gasto del capítulo de Personal
En materia de ‘Personal’ el gobierno estará condicionado por la Ley de Presupuestos del Estado para 2024. En los campos en los que el ayuntamiento tiene maniobra de acción, el objetivo será ‘la congelación’ de la plantilla en casi todas las áreas con la excepción de las más esenciales. Se mantendrá el fin de lograr la estabilización del personal, ya iniciada, para reducir la temporalidad de la administración.
Además, no se llevarán a cabo nuevas contrataciones temporales, que se limitarán a programas específicos subvencionados por otras administraciones.
Reducción del 'Gasto no comprometido'
En lo que corresponde a los gastos comprometidos, se aplicarán las actualizaciones de precios con las empresas contratadas por el ayuntamiento.
En los Gastos no comprometidos se establece como meta la de lograr una reducción del 10%. ¿Cómo puede traducirse este recorte?, pues evidentemente en la supresión de compromisos que tenía el gobierno anterior en sus presupuestos de 2023 como cuotas con fundaciones, convenios y subvenciones que no se consideren prioritarios.
No parece sencillo, salvo que se tenga en cuenta que el concejal encargado de la hacienda pública es el concejal Juan Carlos Redondo. Profesional que proviene de la empresa privada, y que ha sabido sacar adelante su propia empresa, aparte de convertirse en un verdadero experto y profesión en la materia.