Este lunes no es un lunes cualquiera. Arrastramos las inolvidables emociones vividas en el boche final de nuestras fiestas patronales en honor a la Mare de Déu del Roser, pero toca seguir trabajando y gestionando para que Almassora avance con paso firme. No hay momento para el descanso, ya que el pleno ordinario de octubre ha coincidido con la vuelta a la rutina tras las celebraciones.
No quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer a todos aquellos que han contribuido a que las fiestas hayan destacado por su gran participación y ambiente de diversión y convivencia. Han sido 10 días con 120 actos para todos los públicos, en lo que hemos disfrutado, aunque siempre desde la preocupación y cautela de que todo transcurriera según lo previsto. Y es que la responsabilidad de gobierno está siempre muy presente.
Son muchas las personas que, con su trabajo, han hecho de estas fiestas un espacio de encuentro y desconexión de la rutina diaria. De todos modos, quiero tener una especial mención al concejal de Fiestas, Arturo Soler, y al presidente de la Junta Local de Fiestas, Santiago López, en representación de todos los miembros de la entidad que están pendientes de que todo transcurra con normalidad y sin sobresaltos.
Y, como no, no puedo olvidarme de nuestra querida reina, Elena Portalés, y de su corte, conformada por Dean Curic, Adrián Campos, Carla Escuder y Joana Adsuara. Siempre con una sonrisa, una alegría contagiosa y una gran responsabilidad en el desempeño encomendado, han sido nuestros mejores embajadores festivos.
Hemos despedido las celebraciones en honor a la Mare de Déu del Roser y no hay respiro posible porque la gestión municipal requiere todas las atenciones. La actualidad manda y en el pleno de octubre hemos aprobado la Agenda Urbana 2030. Se trata de un documento estratégico que contempla las principales líneas de acción para conseguir un modelo de municipio sostenible, accesible, inclusivo y de vanguardia.
El objetivo es poder dar respuesta a los retos urbanos, sociales, económicos y ambientales que tenemos por delante, creando una Almassora para todos que dé respuesta a las necesidades de los 28.000 almassorins. La Agenda Urbana 2030 se ha diseñado con una clara vocación de consenso para ser una herramienta útil que permita diseñar la Almassora del futuro.
Además, es nuestra hoja de ruta para poder acceder a futuras subvenciones de fondos europeos que contribuyan a materializar algunas de las acciones allí contempladas. Se trata de proyectos de mejora del entorno, potenciando los espacios verdes, de regeneración urbana o de impulso de la actividad económica desde un punto de vista sostenible e integrador.
El propósito está claro y no es otro que trabajar, trabajar y trabajar para, entre todos, lograr la Almassora que queremos y que los almassorins se merecen.
